Capítulo 44.

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–¡Bonnie! ¡Despierta!–Noto como me zarandeando de los hombros.
Poco a poco abro los ojos y veo Jack mirándome preocupado.

–Por fin despiertas. Tenemos que irnos.–Me levanta de la silla y mis piernas flaquean cayendo al suelo.
Me sujeta de la cintura y me ayuda andar hasta llegar a la cama donde me sienta. Tantas horas allí pasaban factura. Me sentía muy mareada. Creo que me habían drogado. No recuerdo nada después de hablar con ese repugnante ser.

–¿Que estás haciendo?–Le pregunto mirándolo. Daba vueltas por la habitación nervioso.

–Quiero ayudarte a salir de aquí. No quiero que mueras, no lo mereces.

–¿Y Blake dónde está?

–De camino. Esto se pondrá muy feo cuando venga. Tenemos que irnos.

Va a la puerta y la abre sacando su cabeza fuera.

–¿Como vamos a salir?–Me levanto e intento andar.

–No te levantes.–Cierra la puerta y se acerca a mi sujetándome del brazo.

–Necesito andar. Tengo las piernas dormidas. No serviré de mucho si no consigo recuperarme.

–Bien. Tenemos tiempo hasta que el que vigila le haga efecto la droga que le puse en la cerveza.

–¿Y cuando crees que se dormirá?

–No lo se Bonnie. Pronto.

Poco a poco ya iba recuperando mi sensibilidad en las piernas aunque la piel de mis muñecas se sentía ardiendo en carne viva.

–Ya no hace falta que me sujetes. Puedo sola.–Le digo fria apartando sus manos de mi.

–Toma.–Me da una botella de agua y la agarro en un segundo bebiéndomela toda. Nunca sentí tanta sed en mi vida.

–¿Cuanto tiempo llevo aquí?

–Un día.–No es tanto, parecía que llevaba aquí un siglo.

–¿Tú le avisaste a Blake?–Asiente.–Gracias.

–Yo nunca quise esto para ti Bo, créeme. Lo siento. Por ese motivo mantuve distancia.–Se veía muy arrepentido.

–Eso ahora no importa. Lo importante es que me estás ayudando y se ve que no eres mal chico. No sé que haces con esta gente.

–Estoy metido en esto desde pequeño. Si lo dejo me matarían.–Toco su brazo y le doy una cálida sonrisa.

–Estás a tiempo de huir. No mereces esta vida.–El niega con la cabeza.

–No es tan facil como crees.

–Lo se, pero si puedes lograrlo.

Se aparta de mi lado y mira otra vez fuera

–Ya se durmió. Vamos.– Salimos por el pasillo.

Iba detrás de Jack caminando despacio por el estrecho pasillo intentando no hacer ruido. Se me retorcía el estómago dolorosamente de lo nerviosa que estaba. No quería imaginarme que nos harían si nos pillaban. Pasamos por el salón y vimos al tipo dormido. Cruzamos el último tramo hacia la puerta. La abre despacio y salimos. Suspiro aliviada. Por lo menos ya estábamos fuera de esa casa.

–¿Y ahora que hacemos?–Pregunto nerviosa mirando a todos lados.

–Irnos en el coche. Deprisa, en cualquier momento pueden venir.–Me agarra del brazo y tira de mi .

–¿Que pasa con Blake?

–No lo se....ya se las arreglara. Es cosa suya y de su padre.

Me paro de golpe y me suelto de su agarre dando unos pasos para atrás.

–No puedo irme. No puedo permitir que le haga daño.

–¡Que mierda haces Bo! ¡Tenemos que irnos! ¡Joder!–Grita furioso.–¿Quieres acabar muerta?

–Blake siempre intento cuidar de mi aunque no de la mejor manera pero no puedo permitir que lo maten.

Escuchamos unos aplausos. Nos giramos y era Peter.

–Que bonito. Asi que ¿intentando escapar?–Se acerca a nosotros apuntándonos con la pistola.–No os mováis.

Da unos cuantos pasos más y me agarra por el cuello apuntando hacia mi cabeza. El miedo penetró cada célula de mi piel haciendo que me quede muy quieta. A penas podia respirar.

–No le hagas daño.–Le dice Jack suplicante.

–Tranquilo. Al que voy hacer daño es a ti.–Y de pronto le apunta y se escucha un disparo. Jack cae al suelo formando un charco de sangre que resbala de su hombro.

–¡Jack!–Grito en medio del llanto.

Las lágrimas me nublaban la vista.
Jack con su mano intentaba tapar la herida en su hombro que no paraba de sangrar.

–Mira a tu amigo morir. Mira como está por tu culpa.–Me dice Peter con crueldad.

No podía hablar. Solo se oigan mis sollozos. A lo lejos se escucha el rugido de un motor venir a toda velocidad.

–¡Que bien! ya está el bastardo aquí ¡Ya empieza la fiesta!

Blake sale del coche con el arma en su mano, el rostro desencajado con ojeras y ojos rojos.

–¡Suéltala! Ya me tienes, déjala irse.–Le dice acercándose a nosotros.

–Da unos pasos más y le vuelo la cabeza.– Aprieta más el brazo sobre mi cuello y sentía que me quedaba sin el poco aire que podía aspirar.

–¿Que mierda quieres?–Le grita frustrado.

–Suelta el arma.–Le ordena Peter.

–No Blake, no lo hagas.–Le digo como puedo atraganta las palabras.

Se quedó pensativo unos segundos y al final deja la pistola en el suelo.

–Alejala de ti.– Con su pie la tira lejos de su lado.

Ahora si que estábamos jodidos.
¡Íbamos a morir!

–No te preocupes bonita. Todo saldrá bien.–Contesta con tranquilidad.

–Oh que bonito. Cuanto amor.– Suelta sarcástico y empieza soltar carcajadas.–Que pena que tú bomboncito tenga que morir.

–¡Maldito hijo de puta! ¡No la metas en esto! ¡Es cosa nuestra!–Blake había llegado a su limite. Tenía las pupilas dilatadas, los músculos en máxima tensión. La respiración le subía y le bajaba a toda velocidad. Con sus puños apretados.

–Me llevabas buscando años y ahora que por fin me tienes... Tengo al amor de tu vida en su cabeza con una pistolo y en cualquier momento puedo hacerla desaparecer. Como a tu madre.

–¡Mátame si quieres! ¡Haz lo que quieras conmigo! ¡Pero a ella la dejas en paz!

–¿Ahora te preocupas por ella? Vamos Blake.... La has destruido más de lo que ya estaba. Eres igual de monstruo que yo.

–¡No le escuches! ¡No eres ningún monstruo!–Grito con las únicas fuerzas que me quedaban.

–¡Basta! ¡Basta! ¡Déjala ir!

–Dile adiós, en segundos se convertirá en un cadáver.–Quita el gatillo.

–¡No! ¡No lo hagas!–Empieza a gritar Blake al borde de la desesperación.–¡Por favor haré lo que sea!

Nos miramos. Se veía derrotado. Abatido, con una gran impotencia por no poder hacer nada. Las lágrimas ya habían salido de sus ojos. Le sonrío como diciendo que todo estaría bien.

–Te amo.–Le susurro queriendo que leyese mis labios.

Cierro los ojos y se escucha un disparo.

BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora