Capítulo 39.

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–¡Me tenias muy preocupado! ¿dónde diablos estabas?–Blake está cabreado y yo no me siento con suficientes fuerzas como para contárselo.

–No quiero hablar sobre eso.– Le digo intentando contener las lágrimas.
Me acurrucó en el asiento. Y mi cuerpo está entrando en calor gracias a la calefacción.

–¿Que te pasó en el labio?–Me sujeta la barbilla y da una pequeña caricia con su dedo. Hago una mueca de dolor y apartó su mano.

–Te dicho que ahora no.

–¡Joder Bonnie! Te juro que si el maldito de Eric te ha puesto un dedo encima...

–¡No ha sido Eric! Ni si quiera está cerca. Esta con sus abuelos.–Buscó su mano desesperada y entrelazo nuestros dedos en busca de reconfortamiento.–Mañana te lo contaré.

–Está bien.–Dice cortante y sigue conduciendo.

Suena un móvil y no es el mío.
Blake se saca el suyo y contesta.

–¿Que quieres?–Dice de mal humor.–Ahora no puedo ir, estoy ocupado.–Suelta un gruñido y cuelga.–Cambio de planes tenemos que ir aún sitio.

–¿A donde?–Le preguntó curiosa.
Pasan los minutos y no me contesta.
Lo dejo pasar. Estaba demasiado agotada como para discutir. Llevaba un día de mierda y solo deseaba que se acabase.

Blake aparca el coche en un callejón. ¿Que hacíamos en este sitio?

–Quédate aquí. No salgas. Enseguida vuelvo.–Abre la puerta del coche para irse. Pero antes le digo.

–No me dejes aquí. Este lugar me da escalofríos. Está muy oscuro.

–Ves esa puerta de allí.–La señala. Estaba un poco más adelante de lo que estábamos nosotros. No muy alejada.–Voy a entrar y en diez minutos salgo ¿vale?

–Vale, pero no tardes.–Me sonríe y sale del coche. Se dirige a esa puerta, la abre y se mete dentro.

Me quedo completamente sola. Y me da bastante miedo. Voy a intentar relajarme. Pongo música y cierro los ojos. Pero no sirve de nada. Tengo la sensación de que alguien me está vigilando. Miro por las ventanas y no veo a nadie. Lo único que veo son algunas sombras. ¿Me estaré volviendo loca? Seguramente.

Miro la hora y ya han pasado más de diez minutos. No aguanto más aquí. Necesito a Blake. Salgo del coche y corro hasta llegar a la puerta.  Está abierta. Entro y está oscuro. Ando por especie de pasillo. Hasta que oigo voces. Me guío por ellas y llego a un lugar donde había muchos chicos. Están sentados en sillones y sillas. Una mesa está en medio donde hay bebidas y ¿planos? Todos los ojos se posan en mi. Blake se levanta y me mira cabreado.

–Te dije que te quedaras en el coche.

–Lo se, pero tenía miedo. Creo que había alguien fuera.–Le digo no muy segura.

–Scott sal fuera y mira por si alguien está merodeando.–El chico asiente y se va.

Blake pone su mano en mi espalda y andamos hasta llegar al sofá. Se sienta y yo a su lado.

–¿Quien es ella?–Pregunta un chico de ojos verdes. Había tantos que me sentía intimidada.

–No te interesa.–Le contesta siempre tan simpático

–Vamos hombre. Una cara tan bonita tiene que tener un nombre bonito.–Me mira y me sonríe.

–Cierra tú jodida boca y deja de joder.–El chico no dice nada más y se pone hablar con otro.

–¿Quieres algo de beber? Tienes hambre?–Pregunta Blake en mi oído por todo el ruido que había.

–No, estoy bien. Gracias.–Besa mi frente y yo me apoyo en su hombro con nuestras manos entrelazadas.
A pesar de que estaba rodeada de chicos mirándonos. Al lado de Blake me sentía segura. Cierro mis ojos y siento como me estoy quedando dormida. Estaba realmente agotada.

Ellos estaban hablando sobre algo que no lo logro entender bien por el cansancio. Si llega a ser en otro momento. Me habría estado atenta a todo. Soy demasiado cotilla.

Antes de caer rendida en los brazos de morfeo escucho vagamente una conversación de Blake con un chico.

–¿Ella es la famosa Bonnie? Por la que el indomable Blake ha perdido la cabeza? No me extraña es hermosa aunque su cara esta algo magullada.– Le dice aquel chico.

–Hoy a tenido un mal día..

–Blake... hemos encontrado a un chico fuera. Bonnie tenia razón. Era de la banda de Ben. La estaba vigilando. Ten cuidado.

¿Me estaban vigilando? ¿Por qué?

–Tendré más cuidado. A veces se me olvida y la expongo al peligro porque no quiero que se entere de mi maldita vida. Cuando estoy con ella me hace olvidar de toda está mierda y por mi puto egoísmo de querer tenerla a mi lado.–Su voz empieza a quebrarse.–La he jodido. Por mi culpa estuvo en coma y perdió la memoria.

–Amigo, no te culpes. Nadie decide de quién se enamora. Solo sucede de pronto.

–No se que hacer. Si no estoy a su lado me encuentro totalmente perdido y se que suena jodidamente cursi... Pero no me importa. Y si la dejo ir. La perderé para siempre y no estaré a su lado para poder protegerla.

–Deja que ella decida cuando sepa la verdad. También tiene derecho de opinar.

No escucho más nada porque me quedo dormida. Solo había oscuridad. Y en ella aparecía Blake salvándome de caer en ella.

BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora