Capitulo 16.

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Iba con Kate de camino a la cafetería. Hacía unos tres días desde que no había visto a Blake y tampoco quería verle.

"Y tú deja de ser tan puta." Seguía en mi cabeza repitiéndose a cada rato.

–¿Estás bien?–Me pregunta Kate cuando nos sentamos.

–Eh si.–Contesto distraída.

–Nuestros bomboncitos se acercan.–Chilla emocionada.

Me giro y entran por la puerta Blake y Ryan. Al parecer ya se han reconciliado.

Todas los chicas se quedan mirando y babeando por ellos.

Ellos nos miran a nosotras y sonríen. Siento mis manos temblar, mi falta de aire y mil mariposas revoloteando en mi estómago.

Odio sentirme de esta manera cuando estoy jodidamente enfadada.

–Hola preciosa.–Saluda Ryan a Kate besando sus labios.

Blake se sienta a mi lado.

–¿Cómo estás?–Me pregunta entrelazando nuestras manos.

Apartó mi mano con brusquedad.

–Genial.–Digo con sarcasmo.

–Bo...lo siento por lo que pasó.–Se disculpa e intenta tocar de nuevo mi mano, lo pongo en mi regazo.

–No deberías de estar conmigo entonces. Como soy una puta.–Susurró apretando mis manos contra mis muslos, la ira me subía cada vez más.

–No quería decir eso...

–Pero lo dijiste.–Le corto.

–Mierda Bo, lo siento.–Escupe cabreado.

–Un lo siento no lo arregla todo.–Me cruzo de brazos sin mirarle.

–¿Y que mierda quieres que haga?–Grita levantándose de la mesa.–¡Dímelo!

–¡Que cambies tu maldito comportamiento!–Grito yo también levantándome y quedando enfrente suya.

–¡Nadie te ha dicho que me tengas que aguantar!–Su pecho subía y bajada a una velocidad impresionante.

–¡Entonces vete!–Le digo alzando mis cejas.

–Como quieras.–Bufa y se marcha.

Todo el mundo en la cafetería nos está mirando, los ignoro y me dejo caer en mi asiento.

Ryan y Kate me bombardean a preguntas, y consejos. Solo puedo asentir.

¿Había hecho bien en tratarle de esa forma?

En las últimas clases no preste mucha atención. Mi cabeza no dejaba de procesar esa mirada de dolor cuando le dije que se fuera.

–¿Te llevo a casa?–Me pregunta Kate de camino a la salida.

–Supongo...–Me encojo de hombros.

–Es normal es una pareja pelearse. Blake y su antigua novia lo hacían siempre.

–¿Con quien?–Pregunto con recelo.

–Pues con...Elena. Si así se llamaba. Era bastante mala.

–¿Mala?

–Si porque la chica era un puto demonio, pero al parecer Blake se enamoró de ella.

–¿Y qué pasó?– le pregunto entrando al coche.

Nos subimos, enciende el motor y arranca.

–No lo se la verdad, siempre los veía juntos y metidos en líos. Eran un desastre. Pero de pronto un día ella ya no volvió mas. Supongo que se fue y Blake durante esos meses no se le veía mucho.

–Oh.. ¿Ella como era?–Intento controlar el nudo en mi garganta al pensar en él junto a otra chica.

–No te tortures con eso Bo. Él está contigo ahora. Ella es pasado.–Me sonríe apretando mi mano.

El resto del camino es en silencio escuchando música de la radio.

–Gracias por traerme Kate.

–No las des.¿Te quedas a dormir en mi casa este finde? Sin novios. Solo noche de chicas podemos ver pelis y comer comida chatarra.

–Claro, me encantaría.—Le digo felizmente.

Cuando entro a casa voy directa a mi habitación. Me quito la ropa y me pongo la camiseta de Blake.

Me acuesto en la cama y cierro los ojos. Ha sido un día duro. No quiero pensar en lo que ha dicho Kate de esa tal Elena.

Blake estaba enamorado de ella. Pero y si nunca llega a olvidarla. Y si yo nunca llego a llenarle o no soy suficiente como era ella.

Con esos pensamientos en mi mente me quedo dormida.






Despierto por un ruido en mi habitación. Me siento de golpe en la cama asustada.


–Lo siento, no vi los libros y me tropecé.–Sonríe Blake acercándose a mi.

Se sienta a mi lado y me mira.

–No importa. ¿Que haces aquí?

–No quiero pelear más contigo nena.–Acaricia mi mejilla.

–Yo tampoco.–Concuerdo con cansancio.

Agarra mi rostro con sus manos y me besa lentamente.

–Llevas mi camiseta... No sabes cuánto me gusta .–Sonríe mirando mi cuerpo.

Miro hacia bajo y veo que la camiseta se ha subido y se me ven un poco la ropa interior.

Me sonrojo e intentó taparme y Blake tira de mi brazo, con sus manos agarra mi cintura y hace que me siente encima suya.

–¿Has comido?–Me pregunta acariciando mi espalda.

Niego con cabeza.

–Entonces vamos a cenar.–Me sienta a un lado y se levanta.

–¿Vas a cocinar?– Me pongo de pie.

–Si, se cocinar.–Se encoge de hombros.

–Tienes suerte hoy porque mamá me dijo que llegaría tarde.

–La suerte esta de mi parte.–Me besa mis labios– ¿Vamos nena?

–Espera, voy a cambiarme.–Le digo caminando al armario.

Me agarra de brazo deteniéndome.

–No hace falta, me gusta que estés así.–Entrelaza nuestras manos y bajamos a la cocina.

BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora