Capítulo 28.

3.6K 161 46
                                    

Blake.

–¡Hijo la cena está lista!–Grita mamá desde la planta baja.

Dejo de jugar a los videojuegos, abro la puerta y bajo los escaleras. Mamá ya está sentada en la mesa de la cocina con los platos servidos así que me siento justo al lado de ella.

–Otra vez caldo.–refunfuño cruzándome de brazos.

–Lo siento cariño, es lo que único que tengo.

–Papá es un monstruo ¿por qué no nos vamos?

–No podemos.

Ella niega repetidas veces con la cabeza con miedo.

–¡Pero mamá! ¡mira lo que nos está haciendo! ¡mira tu ojo!–Estallo enfadado.

Ella toca su ojo morado y se le escapa una lágrima.

–Lo siento cariño.–Vuelve a disculparse agachando la cabeza.

Se oye como se abre la puerta de la entrada y los pasos acercándose a la cocina. Papá se sienta enfrente de mí. Apesta a alcohol como siempre. Mamá le pone el plato en la mesa.

–¡Qué mierda es está Laura!

Agarra a mamá del brazo y ella se queja de dolor.

–Lo.. siento... No me diste dinero para comprar.

–¡Maldita zorra!– grita mientras levanta la mano para pegarle.

Me levanto de golpe del asiento y lo empujo con todas mis fuerzas lejos de ella.

–¡No toques más a mi mamá!

–Maldito mocoso.– Se avalanza sobre mí y comienza a golpearme con todas sus fuerzas.

Me despierto sobresaltado y el maldito móvil no deja de sonar. Estoy temblando y sudando, todas las noches esas malditas pesadillas que no me dejaban dormir. Solo dormía bien junto a ella. Mi pequeña y dulce Bo.

El móvil sigue sonando sin parar encima de la mesilla. Es Elena.

–¿Qué mierda quieres?– Le pregunto directamente.

–Hola a ti también.–Contesta sacástisca.

–Elena..

–Quiero verte, ¿qué tal si desayunamos juntos?

–Tengo mucho trabajo.–Me excuso. En realidad no quería verla.

–Vamos ¿o quieres que llame a papá?

–Está bien.– Acepto entre dientes. La muy zorra me tiene pillado.

–Te espero en mi casa en media hora.– Y cuelga.

Me levanto de la cama de mala manera y voy hacia el baño. Me despojo de mi pijama que solo consiste en un pantalón y los calzoncillos. Me meto en la ducha y dejo que el agua relaje todos mis músculos doloridos. Salgo de la ducha y me miro en el espejo. Toco mis brazos tatuados y mi espalda también tatuada. Donde se esconden todas mis cicatrices. Los recuerdos vienen a mi mente y aprieto los puños.
Tenía tanta ira acumulada dentro de mí... Solo quiero venganza sobre el hombre que hizo tanto daño a mi familia. Pero apareció Bo estropeando todos mis planes. Desafiándome siempre, llevándome la contraria.
Con su encanto de niña dulce e inocente. Su sonrisa deslumbrante. Ella era mi pequeño ángel. Ella no merecía a un chico como yo. Solo la ponía en peligro. Debía alejarme de ella, debía hacerlo pero no podía. Me volvía tan jodidamente loco esa chica que no era normal.

Cuando termino de vestirme, coloco la pistola detrás de mi espalda, sujeta por el pantalón y pongo la ropa por encima para que no sea visible. Me coloco mi chaqueta de cuero y en ella meto el móvil y las llaves del coche.
Bajo las escaleras y antes de salir paso por la cocina. Ryan está junto Kate desayunando.

BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora