1 | el origen.

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El sol colándose por mi ventana es insoportable y mas si a eso le sumamos los molestosos ladridos de los perros afuera. Nada agradable para el terrible dolor de cabeza que traigo, la alarma de mi teléfono empieza a sonar para completar mi tortura. Maldigo en un susurro y con todo el esfuerzo del mundo abro los ojos y extiendo mi brazo para tomar mi teléfono. Apago la alarma y suelto un suspiro complacida dejándome caer de nuevo contra la almohada.

Escucho un ronquido que hace que mis ojos se abran de golpe fijándose en el techo, giro mi cabeza lentamente temerosa de lo que voy a encontrar.

Allí, completamente desnudo y dormido plácidamente se encuentra el. Y ahora es cuando me doy cuenta de que ha tenido todo el tiempo su torso pegado a mi pecho.

Dios, ¿esto es enserio?

De todos los hombres en el planeta ¿por que tenia que ser exactamente el? El hombre que mas detesto, odio, aborrezco y lo peor de todo... es mi jefe.

Suelto un grito enorme sentándome en la cama haciendo que el se despierte e imite mi acto empezando a gritar totalmente aterrado. Miro mis pechos y me cubro de inmediato con las sabanas gritando mas fuerte al ver que estoy desnuda.

Dios mio, si esto es un sueño te pido que me despiertes pero ya.

- ¡¿que demonios haces aquí?! - preguntamos en un grito los dos a unisono - ¡contesta! - volvemos a gritar.

- ¡¿podrían callarse?! - grita la voz del vecino molestoso de afuera.

Ambos nos callamos y nos mantenemos respirando con dificultad mirándonos con todo el odio del mundo como siempre lo hacemos. Suelto un bufido mientras cubro mi rostro con mi mano libre y niego en mi cabeza una y otra vez queriendo convencerme a mi misma de que esto es una vil mentira producto de la cruda que llevo.

- dime que esto es una broma - murmura el con total frustración en su voz - ¡de tantas mujeres que existen ¿por que tenia que ser Lorens?! - grita dramáticamente.

Gruño mirándolo con fastidio - creeme que a mi no me hace muy feliz la idea de hacer.... lo que sea que hicimos con un sin cerebro como tu, Well.

Si, puede que sea mi jefe pero lo odio con mi vida y nunca se lo he negado. En la oficina nuestra relación no es la mejor de todas, somos como perro y gato. El es el presidente y dueño de la compañía y yo su secretaria y asistente personal, nos odiamos a muerte y fuera de la oficina o cuando nadie nos ve nos decimos groserías, hay veces en las que quisiera matarlo y estoy segura de que el siente lo mismo.

El me mata con la mirada - ¿recuerdas como mierda acabe aquí y contigo?

Niego - no y tampoco quiero hacerlo. No quiero ni imaginar tus miserias cerca de mi estructural cuerpo.

El se ríe sin humor - ¿estructural cuerpo? Pero si tu estas mas gorda que un hipopótamo y mas plana que esa pared.

Mis manos se vuelven puños y de no ser por el hecho de que si suelto la sabana quedaría expuesta ante el, ya lo hubiese golpeado contra la pared con la que me comparó.

- imbécil - espeto con los dientes apretados.

- horrible - responde de igual forma.

- aborto de mono.

- subnormal.

- gilipo... - el interrumpe mi gruñido.

- termina esa palabra y considerate despedida - dice serio y desafiante a la vez.

Sonrío con pura maldad - G.I.L.I.P.O.L.L.A. - deletreo saboreando cada letra en mi boca - ¿cuando paso por mi cheque de cancelación, Jaxon"subnormal" Well?

CASADA CON EL ENEMIGO  *{EDITANDO}*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora