5 | enferma.

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—Jaxon—

Resoplo lanzando la carpeta del estúpido contrato en el escritorio. Masajeo el puente de mi nariz exasperado. Me pongo de pie y miro las calles transitadas desde el ventanal de mi oficina.

Me siento totalmente mal, desde hace tres días cuando fue la fatídica cena no he podido estar en paz, para empezar mi madre y mi madrina se encargan - como siempre - de dañar otra mas de mis relaciones. Desde tiempos inmemorables se empeñan es destruir cualquier relación que tengamos Kylie o yo. Kylie. Desde que me gritó, golpeó y luego huyó de mi habitación no la he vuelto a ver, salí al pasillo a buscarla y sólo escuche su llanto del otro lado de la puerta en su habitación. En ese momento recordé cuando ella era todo para mi, pero recordé lo sucedido en la fiesta de sus quince y mande todo a la mierda.

Ella no ha asistido al trabajo y aunque mi madrina diga que es porque está enferma, conozco tan bien a esa mocosa que se que es que le dolieron mis palabras, creo que le debo una disculpa. Creo que me siento extraño es porque llevo días sin discutir con ella.

Presiono el altavoz y de inmediato la voz de Gina - mi secretaria mientras que regrese Kylie - me responde.

- señor Well.

- envíele un ramo de rosas blancas a la señorita Lorens con una nota de disculpas en ella - mi tono es cortante - ¿entendido?

- si, señor.

Dejo de presionar el botón y me dejo caer en mi silla presidencial soltando un suspiro, espero que la estúpida enemiga vuelva con pilas nuevas, tengo varias cosas que discutir con ella.

Espera un momento... ¿por que esperar cuando puedo ir yo a molestarla y de paso gano puntos con mi madrina?

Bien, Well, eres genial.

—Kylie—

- ¡Kylie Alexandra! - me regaña papá.

- no quiero - digo como una niña pequeña apartando el pequeño bol de mi cara.

- debes tomártelo - insiste dándome un leve manotazo para que deje la vajilla en su lugar

- pero sabe horrible - protesto haciéndolo bufar.

- tu estas horrible y nadie te dice nada - lo fulmino con la mirada mientras el hunde la cuchara y la planta frente a mi boca - no me mires así que es cierto, ahora Tómatelo.

Bufo y el aprovecha para entrar la cuchara a mi boca. Pongo mueca de asco mientras me veo obligada a tragármelo. El sonríe satisfecho y yo le saco la lengua haciéndolo reír.

- pareces una niña de seis años - el coloca el bol en la mesa de noche y posa su mano en mi frente - aún tienes un poco de fiebre ¿como te sientes?

- de maravilla - respondo con sarcasmo haciendo que ría mas.

- te voy a dejar sola, cariño, descansa un poco - el da un pequeño beso en mi frente y se pone de pie caminando hasta la puerta con el bol en las manos.

- papi... - llamo su atención haciendo que gire - te amo.

- yo más, cariño - responde amoroso.

Le lanzo un beso y me cubro con mis mantas dejando solo mis ojos afuera, el se ríe de mi y sale cerrando la puerta. Me río un poco yo también y tomo mi teléfono al escucharlo sonar. Es un mensaje de Heder, mi mejor amiga.

Heder.

¡enana!... adivina quien está en un avión con destino a washintong.

Yo.

¡juro que si estas bromeando te voy a descartar como mejor amiga!

Heder.

CASADA CON EL ENEMIGO  *{EDITANDO}*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora