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—Kylie—
Descargo el váter y tratando de llevar aire a mis pulmones me pongo de pie. Me siento horrible y debo verme de igual forma, enjuago mi boca con enjuague bucal y salgo del baño encontrandome a Jaxon mirando algo en su iPad. Me cuelo en la cama y me recuesto sintiéndome como la mierda.
- ¿estas bien, enana? - niego.
- lamento haber arruinado el día, tengo muchas nauseas y me estoy mareando con mucha frecuencia.
- toma - miro lo que me entrega y veo una pastilla rosada en su mano y un vaso con agua en la otra - son para esos síntomas y no afectan a los bebés - me siento en la cama y me tomo la pastilla - necesito que para esta noche estés perfecta, tu cumpleaños aún no termina y aun falta mucho por hacer.
Niego lentamente - no creo que pueda hacer nada hoy, Jaxon. Me siento muy mal.
El besa mi frente - estarás bien, confía en mi.
Suspiro - de acuerdo pero dejame dormir un rato.
☆
—Jaxon—
Termino de pautar los contratos para mañana a través de mi iPad y suspiro. Dejo el aparato de lado y camino hasta la habitación notando que Ky está tardando demasiado. La encuentro suspirando frente al espejo con su frente sudada.
- ¿estas bien?
- ¡¿te parece que estoy bien?! - me grita molesta - ¡estoy tan gorda que no puedo siquiera ponerme un estúpido vestido!
Me río por lo bajo acercándome a ella - ¿por que no te pones otro?
- ¡me gusta este!
Muestro mis manos en señal de rendición - no me muerdas, fiera - ella gruñe totalmente irritada. Me coloco detrás de ella viendo su reflejo en el espejo, lleva un vestido de su color favorito, rosa pálido, con vuelo en la falda y ceñido en el torso. Nada mal. Tomo el cierre y sin ningún esfuerzo lo subo.
- ¿como hiciste eso? - pregunta sorprendida.
- simplemente lo subí - ella me sonríe agradecida.
- ¿puedes hacer algo también con mi pelo?
Ruedo los ojos arrastrando una silla - sientate.
Desde muy pequeño, Ky siempre me pedía que la peinara porque le encantaba como yo lo hacia. Nunca me gustó peinar pero a ella me encantaba por la forma de su pelo, es suave y largo - ahora no - pero con muchos rizos lo cual hace que luzca bien con un simple moño.
Tomo un par de mechones de su pelo que ha vuelto a ser negro y le hago una trenza con recogido en forma de flor al final quedando en el centro y un flequillo cayendo al lado izquierdo. Ella chilla emocionada dando pequeños aplausos.
- ni siquiera un estilista puede peinarme como tu - me alaga mirándose de perfil - ¿me maquillas también?
Bufo negando - ¿que soy? ¿tu estilista personal o que?
Ella me mira de esa forma que me desarma por completo a través del espejo. Intento resistirme pero igual que siempre termino perdiendo.
- lo haré, pero si le dices a alguien te mato - la amenazo y ella solo ríe entregándome el maletín de maquillaje que le regaló mamá.
- no prometo no decírselo a nadie - suspiro rendido abriendo el maletín sobre el tocador.
☆
- ¿a donde vamos? - insiste.
- Kylie, callate - espeto solo logrando que me golpee con su mano en mi brazo - ¡no se golpea al conductor!
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CASADA CON EL ENEMIGO *{EDITANDO}*
Romance- dime que esto es una broma - murmura el con total fustracion en su voz - ¡de tantas mujeres que existen ¿por que tenia que ser Lorens?! - grita dramaticamente. Gruño mirandolo con fastidio - creeme que a mi no me hace muy feliz la idea de hacer...