Siento mis lágrimas correr sin fin por mi rostro pero ya ni siquiera me esfuerzo en limpiarlas. Me importa muy poco lo que piensen de mi en estos momentos, yo solo puedo mirar la puerta doble por la que se llevaron a Kylie inconsciente alejándome de ella. Recordar la manera en que gritó mi nombre pidiéndome que no la dejara sola cuando me prohibieron pasar mas allá de esa puerta solo me desgarra mas el pecho haciendo que las lágrimas salgan en mayor cantidad.
Hace tres horas que la entraron en cirugía intensiva y desde entonces me he mantenido aquí sentado en el suelo del pasillo llorando viendo pasar el personal del hospital de un lado a otro y nadie se toma la molestia de decirnos nada. Mis padres, los de Kylie, Ana incluso Pablo y varias personas mas que no me tomé la molestia de identificar están aquí, mi madrina se encuentra desconsolada al igual que mamá y agradezco que estén en un lugar apartados de mi ya que eso solo me hace sentir peor. Abrazo mis piernas y mi vista se fija en mi la manga izquierda de mi camisa completamente bañada en sangre, en su sangre.
Solo deseo que salga bien de todo esto, para que me diga quien fue el maldito que se atrevió a dejarla en este estado y juro que me importa una mierda ir a la cárcel, lo quiero matar con mis propias manos, a Kylie ni siquiera yo tengo derecho a tocarla, aveces he sentido ganas de ahorcarla pero es por exasperante. Le he jugado muchas bromas y he discutido mas veces de lo que soy capaz de recordar, pero nunca la he golpeado o siquiera intentado hacerlo. Ejemplo de eso fue la clase de tortura que le apliqué hace unas noches la cual fue hacerla llorar de tanta risa.
- ¡Kylie! - grito su nombre ya desesperado y sumamente preocupado. Hace mas de media hora que estoy buscándola en todas partes y ella me dijo que solo tardaría unos minutos en ir al baño.
Desesperado tiro de mi cabello girando muchas veces sobre mi mismo queriendo localizarla entre tanto genterío, pero se me hace imposible.
Enana no me hagas esto.
- ¡mira lo que compré! - me giro y un suspiro de alivio sale de mi garganta al verla mostrarme dos conos de helado.
Me cruzo de brazos mirándola severamente - ¿donde estabas?
Ella me muestra los helados sintiéndome - quise comprarte un... - la interrumpo.
- ¡¿que mierda te he dicho sobre lugares como estés para una niña como tu, Kylie?! - ella se sobresalta al escucharme gritar y borra su sonrisa.
Agacha la mirada - que son muy peligrosos.
- ¿entonces por que jodida razón te pierdes sin avisarme? ¿es que no entiendes que hay personas muy malas que pueden hacerte daño? ¡pueden robarte, Kylie! Esta será la ultima vez que te traigo a la feria.
Su labio inferior tiembla - pero yo solo quería darte un helado, Jaxy...
- aun así eso no quita el peligro, estoy enojado contigo.
Ella deja caer una lágrima y luego empieza a llorar agachando la mirada - no quiero que estés enojado conmigo.
Suspiro sintiendo mi corazón encogerse al verla llorar. Miro sus manos las cuales están cubiertas de helado ya que se están derritiendo, los tomo y los tiro a la basura. Me pongo de cuclillas frente a ella mientras ella sigue llorando. Tomo sus manos y las limpio con una servilleta. Tomo su rostro en mis manos y debo hacer un gran esfuerzo para no besarla ya que me tomarían como un violador de menores ya que tengo 16 y ella apenas 12.
- no llores, princesa - le suplico limpiando sus lágrimas. Ella deja de gritar pero aun sigue temblando su labio, lo tomo entre mis dedos anhelando poder besarla sin tapujos - sabes que odio verte llorar.
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CASADA CON EL ENEMIGO *{EDITANDO}*
Romance- dime que esto es una broma - murmura el con total fustracion en su voz - ¡de tantas mujeres que existen ¿por que tenia que ser Lorens?! - grita dramaticamente. Gruño mirandolo con fastidio - creeme que a mi no me hace muy feliz la idea de hacer...