—Jaxon—
Le doy un trago al vodka en mi vaso de cristal desesperado mirando la hora en mi reloj. ¿por que Kylie tarda tanto? Me pone demasiado ansioso esperarla. Miro la gran cantidad de agua que cae del cielo acompañado de relampagos y truenos, me pregunto si Kylie aun le teme a ellos, aunque lo mas probable es que si. El dia está tan oscuro que apenas siendo las once de la mañana parece como si fueran las seis de la tarde. Miro hacia la calle teniendo una vista perfecta de esta, personas corriendo con paraguas de un lado a otro intentando detener algun taxi sin suerte alguna.
Resoplo dandome otro trago de mi bebida. Escucho gritos desde afuera llamando mi atención. Dejo el vaso de cristal sobre mi escritorio y salgo de la oficina para luego golpear mi frente con la palma de mi mano exasperado.
¿esto es enserio?
—Kylie—
Llego al ultimo piso y salgo de la caja metálica apenas las puertas se abren. En el amplio lugar y como siempre, las secretarias con exceso de maquillaje se quedan mirandome, unas mal y otras con temor. Ruedo los ojos siguiendo mi camino directo a la oficina de Jaxon, pero algo me detiene, y por algo me refiero a una mano en mi brazo. Miro a su dueña Encontrándome con una castaña de grandes ojos verdes y labial rojo pasión. Ella está inclinada sobre el escritorio para poder retenerme haciendo que sus pechos (probablemente operados) se vean sin descaro alguno gracias a que tiene los tres primeros botones de su camisa abiertos revelando mas de lo que debería.
- tienes menos de tres segundos para quitar tus asquerosas manos de mi brazo - advierto con la mandíbula tensada pero sonriendo descaradamente.
- ¿tienes alguna cita? - pregunta con enojo soltando mi brazo con brusquedad.
Enarco una ceja - ¿cita? ¿estas loca?
- no puedes entrar allí sin tener una cita previa con Jaxon - amenaza mirandome molesta.
Que igualada...
- escuchame muy bien, lindura..
Ella me interrumpe - no tengo nada que escuchar al menos que sea para decir que tienes una cita pautada, de lo contrario te pediré que te retires o llamaré a seguridad.
Sonrio con burla apoyando mi peso en el escritorio - este es tu primer dia en este lugar por lo que veo ¿no? - ella no me responde manteniendo su mirada de odio. Asiento para mi misma - será el ultimo tambien, estas despedida, cariño.
Ella se hecha a reir apartando el pelo de su cara como una diva - no me hagas reir, marginar, tu no eres nadie para despedirme, solo puede hacerlo Jaxon.
- ¡sorpresa! Yo soy su esposa - su sonrisa se borra drásticamente haciendo que la mía se ensanche - soy la esposa del magnate millonario Jaxon Well y madre de sus hijos.
- ¿K-Kylie?
- oh, valla, parece que me conoces después de todo - me mofo de ella. Estoy drogada y eso sumado con la rabia que estoy sintiendo no es nada bueno junto - ahora quiero que cojas todas tus porquerias y te larges de aquí en este mismo instante porque ¿que crees? Aunque no trabajo aqui tengo la influencia suficiente para hacer que Jaxon haga lo que yo le pida y sobre todo para eliminar la plaga como tu - mi voz cada vez sube mas de tono hasta terminar gritando. Apunto al elevador con mi dedo índice mirándola - ¡fuera!
Veo como la puerta de la oficina de Jaxon apareciendo el por esta mirando la escena exasperado. El abre mas la puerta invitandome a entrar, le doy una mirada de superioridad a la chica y lo abrazo rodeando su cuello con mis brazos y me pongo de puntillas para alcanzar sus labios. Jaxon rueda los ojos cruzando uno de sus brazos por mi cintura para luego elevarme entrandome a la oficina cerrando la puerta detras de el.
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CASADA CON EL ENEMIGO *{EDITANDO}*
Romance- dime que esto es una broma - murmura el con total fustracion en su voz - ¡de tantas mujeres que existen ¿por que tenia que ser Lorens?! - grita dramaticamente. Gruño mirandolo con fastidio - creeme que a mi no me hace muy feliz la idea de hacer...