Mi Gran Amor -Ross Lynch & Tú

Capítulo 17

Narra _____:

Toda la noche nos la pasamos entre risas y bromas. Fue una de las mejores noches que he tenido en mi vida.

Ivonne llegó tarde, así que solo se asomó para ver si estábamos bien y después se fue a su cuarto a dormir.

-¡Ya es hora de levantarse!- empecé a gritar.

-Cállate- Annie me lanzó un cojín.

-Oblígame- le enseñé la lengua.

-Déjanos dormir- se quejó Rydel.

-Nop- reí- tenemos que ir a ver lo de la universidad-

-Sí es cierto- Sabrina se levantó de la cama.

-¿Desde qué hora estás despierta?- preguntó Annie sobándose un ojo.

-Desde hace como dos horas- las miré divertida.

Es que yo ya estaba lista, ya me había bañado y desayunado, ya que Ross iba a pasar por mí.

Oí que tocaron el timbre.

-Yo las veo en la universidad- dije y las tres asintieron.

Bajé corriendo las escaleras y abrí la puerta.

-Hola hermosa- saludó Ross.

-Hola Ross- sonreí.

-¿Nos vamos?- preguntó y yo asentí.

Caminamos hasta su auto y entramos en el. Todo el camino hacia la universidad fue divertido porque Ross y yo veníamos haciendo bromas.

Entramos a la universidad y se veían a varios estudiantes caminando por el lugar.
Llegamos a la oficina de la secretaria y tocamos dos veces.

-Pasen- dijeron desde adentro.

Los dos entramos y ahí estaba la misma secretaria que nos atendió la vez anterior.

-Hola señor Lynch y señorita Stone, ¿qué los trae por aquí?- quitó la vista de su computadora.

-Venimos a ver qué día entramos a clases- hablé yo.

-Déjenme revisar.- volvió su vista hacia el computador y empezó a teclear- Bien, entran en dos semanas-

Wow dos semanas, que rápido se pasa el tiempo.

Después le preguntamos otras cosas que nos servirían y eso.

-Eso es todo. Muchas gracias, Linda- sonrió Ross.

-No hay de qué chicos, nos vemos dentro de dos semanas- sonrió despidiéndose con su mano.

-Hasta luego- me despedí y salimos de ahí.

Justo cuando íbamos saliendo vimos que Sabrina, Annie y Rydel venían corriendo.

-¿Ya entraron?- preguntó Rydel y nosotros dos asentimos.

-¡Ya hay que entrar!- gritó Sabrina en tono de desesperación.

Todas asintieron con nervios y entraron, mientras nosotros dos las esperábamos fuera de la oficina.

-Es raro que la secretaria se haya aprendido mi nombre- lo miré frunciendo el ceño.

-Un poco solamente.- se encogió de hombros- Oye...- llamó mi atención y lo volteé a ver.

-¿Qué pasó?- pregunté confundida.

-¿Quisieras ir a cenar conmigo esta noche?- preguntó con una sonrisa nerviosa, a lo que a mí se me hizo muy tierno.

-Por supuesto, Ross- sonreí.

Narra Ross:

Hoy era el día, hoy le pediría a ______ que fuera oficialmente mi novia.