Seis

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CAPÍTULO 6

Al día siguiente, Nacho volvió a visitar a Micaela en el trabajo e insistiéndole volvieron almorzar juntos. Mica se vio tentada en decirle que a la noche iba a ir a su casa pero prefirió usar el factor sorpresa.

Ignacio le contaba sobre sus estudios en el extranjero, sus amigos, sus constantes viajes para conocer el mundo y ella lo escuchaba fascinada. No comprendía como el castaño podía ser hermano de Bruno, eran completamente distintos el uno del otro, y a su vez compartían lazos sanguíneos y el hecho de ser hombres interesantes a su propio modo.

Nacho estaba completamente embelesado con la rubia, tanto que ya creía estar enamorado, sentía una revolución en su corazón y todo se debía a Micaela quien cada vez que le sonreía derretía en mil pedazos al joven.

– Ya hablé mucho de mí – dijo él tratando de sonsacarle algo a su hermosa compañía quien parecía misteriosa y se rehusaba a compartirle algo de su vida privada.

– Me cuesta contarte mis cosas – se excusó ella – soy muy reservada.

– Esta bien, sé que voy a ganarme tu confianza y terminaré siendo quien más te conozca – sonrió esperanzado Nacho causando ternura y arrepentimiento en Micaela. Quien hacía todo solo por su amado Bruno, solo esperaba que las cosas no salieran mal.

Después del almuerzo, Mica regresó a su puesto de trabajo donde la esperaba Matt ansioso. Si algo caracterizaba a su jefe, era la curioso y parlanchín que podría llegar a ser. Ella se rió nada más al verlo, imaginándose lo que él quería.

– ¿Y? – preguntó Matías ni bien su secretaria dejo su bolsa y se sentaba tras el escritorio de entrada.

– ¿Y qué? – lo molestó divertida ella haciéndolo impacientar.

– Saliste con Ignacio ayer y saliste con Ignacio hoy – remarcó Matt. - ¿Debo informar esto a mi amigo?

– Bruno y yo no somos más que amigos como para que le informes con quien salgo o con quien no – le aclaró la rubia.

– Déjame poner en duda tu relación de amistad con Bru – rió él. - ¿Sabe que Nacho te esta frecuentando?

– Sí, mister chismosín – afirmó ella. – Ahora si me dejas, tengo mucho de tu trabajo que hacer – él negó sonriendo y volvió a su oficina dejando que su empleada siguiera ocupándose de las cosas de la agencia.

El celular de ella sonó, había recibido un mensaje de su amor.

Hola amor. A las 9 vení a casa, ponete el sexy vestido que te regalé para tu cumpleaños pasado ;)

Mica suspiró pesadamente. Todavía no se daba cuenta de la dimensión en donde se había metido siguiendo los caprichos de su amante. 

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