Avaricia

Veintiseis

CAPÍTULO 26

Habían pasado dos semanas desde que Nacho y Micaela habían vuelto de la luna de miel.

Dos semanas desde que Micaela cortó con Bruno.

Dos semanas desde que Bruno no dejaba de acosar a Micaela.

Dos semanas desde que Nacho se entero que él y su hermano eran los herederos de la fortuna Lozada.

Dos semanas desde que Mica intentaba mantenerse alejada de su verdadero amor pero eso ya no podía sostenerse más, era débil y en cualquier momento iba a caer.

- ¿Vas a seguir rechazándome mucho tiempo más? - la cuestionaba Bruno que la había acorralado en un rincón de la piscina aprovechando que había salido antes del trabajo y su hermano Nacho no estaba en la casa.

- ¿Podes alejarte? - le pidió, no tan segura ella y él noto esa vacilación así que le dedicó su mejor sonrisa, la que solo le brindaba a ella y la besó sin pedirle permiso.

Volver a besar a Bruno Sainz Micheli era el cielo mismo. O el infierno. Micaela no estaba muy segura, lo único que sabía era que le encantaba y que lo amaba a pesar de todo.

Esa tarde volvieron hacer el amor como antes que ella estuviera casada. Eran solo uno. Nada a su alrededor importaba. Micaela sabía que nunca iba a sentirse así con otro. Pero también sabía que nunca iba a poder estar tranquila a su lado.

Para ella esa tarde juntos fue su despedida. Volver hacer el amor con Bruno no iba hacerla cambiar de opinión. Ella se había decidido por formar su vida al lado de Nacho, y así iba a serlo.

- Te amo Bruno. Te amo para siempre - le prometía Micaela entre medio de besos que se daban. - Sos el hombre de mi vida y así va a serlo para toda la vida, hasta que me muera.

- Sos lo único que me importa Micaela, lo digo en serio y daría mi vida por vos. Quiero que nunca olvides que solo te amo a vos - le recordaba él.

- Lo sé. Solo quiero que respetes mi decisión y me dejes hacer mi vida con Nacho - le requirió con serenidad y firmeza a la vez para que la entendiera.