Dieciseis

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CAPÍTULO 16

– ¿Qué le paso? – indagó Ignacio ni bien Micaela cortó la llamada con Bruno.

– Había venido a desayunar y cuando viste su auto estacionado estaba en la panadería de la esquina – explicó tratando de sonar lo más creíble posible – recibió un llamado de la oficina y tuvo que salir para allá.

– Ah, sí para él la empresa es lo primero – la plata, quiso corregirlo ella – Es raro que haya venido a desayunar con vos, ¿no crees? Digo, supongo que lo conoces lo suficiente como para saber...

– Que no desayuna – completó la frase Mica. – Desde que llegaste vos, no compartimos mucho con Bru, somos amigos muy cercanos y seguro venía a que conversáramos un poco y tal vez le cuente sobre vos, aunque no lo creas es muy chusma.

– Así que... ¿se cuentan el uno al otro sobre sus relaciones? – investigó Nacho aprovechando que finalmente Micaela le estaba dando datos de su extraña amistad con su hermano.

– Sí, nos contamos todo. Somos amigos, eso es lo que hacen los amigos, ¿no? – replicó la rubia yendo hacia la cocina a preparar café para los dos.

– Sí, eso hacen. Solo que no me imaginé nunca que mi hermano tuviera una amiga mujer y mucho menos una tan sexy como vos – dijo él haciéndola ruborizar.

– Bueno, pero la tiene y solo somos eso... amigos. – le aclaró nuevamente ella y Nacho asintió convenciéndose de una vez por todas.

– Bien, creo que puedo soportar que mi novia le cuente todos sus secretos a mi hermano – pensó en voz alta Nacho y Micaela casi tira la cafetera al piso al escucharlo.

– ¿Qué dijiste? – se sorprendió ella girándose para verlo, no se había dado cuenta que él estaba justo tras suyo y en cuestión de segundos la tomó por la cintura y la besó. El beso que tanto habían deseado los dos. El beso que al parecer nunca llegaría para Mica, se lo estaban dando. Ahora ya sabía lo que era ser besada por Ignacio Sainz Micheli. Y eso, era la gloria.

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