CAPÍTULO 29
Cuando Ignacio le contó a su esposa que no iban a irse, por el contrario, iban a quedarse en la mansión Sainz Micheli, puso el grito en el cielo. Nacho se justificó confesándole la supuesta enfermedad de Bruno, ni bien se lo comentó, Micaela supo que era una falacia, que su ahora cuñado estaba en perfecto estado y lo que inventó solo fue para retenerlos en la casa y que no se vayan a Europa.
- Voy a ir a verlo - dijo Mica levantándose de la cama y poniéndose su bata. - Creo que necesitamos hablar.
- Me parece bien - compartió Nacho acariciándole los nudillos. - Ya me parecía extraño que ustedes no pasaran tiempo juntos, digo eran muy amigos.
- Sí, es que vos ocupaste cada espacio en mi vida.
Micaela caminó a paso firme por los pasillos de la mansión hasta llegar al cuarto de Bruno, que tenia la puerta entreabierta y al parecer estaba hablando por teléfono.
Entonces quedamos así, ustedes ocúpense que estalle en mil pedazos y yo lleno su cuenta bancaria con 2 millones de dólares.
- Toc toc - dijo ella viendo que él cortaba el teléfono - supongo que estabas hablando con unos matones para que acaben con la vida de mi marido - Bruno rodo los ojos en señal de fastidio al escucharla nombrar a Nacho como su marido.
- Prefiero no hablar de tema. Sos muy susceptible - respondió son frialdad él acomodando su cama.
- No podes hacerle nada a Nacho. - Reclamó ella.
- Ya hablamos del asunto. No voy a cambiar de opinión Micaela, ni siquiera por vos - dijo con firmeza él.
- No te lo pido por mi Bruno - gruñó Micaela arrojándose sobre la cama bien estirada de él. Suspiro y tomó una gran bocanada de aire. - Estoy embarazada.
Micaela vio los ojos de Bruno brillar. Vio su felicidad. Por primera vez estaba sintiendo algo que ella no lograba descifrar qué. Él acortó la distancia y se lanzó a la cama abrazándola fuertemente. Él estaba llorando de emoción, nunca antes había llorado por nada ni por nadie pero esta vez sí lo hacía, y eran lágrimas de felicidad.
Esto dificultó lo que Micaela tenía que decirle. Tomó un aire profundo y despegó a Bruno de su abrazo. Esto iba a dolerle a los dos, más a ella pero tenía que hacerlo.
- Es de Ignacio - le aseguró la rubia viendo romperse el frío corazón de su amante.
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Avaricia
FanfictionUna herencia. Dos hermanos. Uno de ellos, inescrupuloso y ambicioso le pide a la mujer con la que sale que seduzca a su hermano para así conseguir el resto de la fortuna. Todos los hechos son inventados y pertenecen a mi loca imaginación.