Avaricia

Treinta y dos (Parte dos)

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- Mi amor, es necesario. Es su fin, ya no importa que sepa la verdad - le sonrió Bruno a la rubia. - Hermano, es un placer decirte que tu matrimonio es una farsa.

- ¿De qué está hablando? - dijo Nacho confundido dirigiéndose a Micaela.

- Nosotros no somos solo amigos. Somos pareja, hace muchos años. Mica aceptó ayudarme en sacarte del medio entre la fortuna de nuestra familia. - Le reveló de una vez por todas Bruno.

- Decime que es mentira por favor - le pidió abatido Ignacio a su esposa quien estaba lagrimeando y no podía mirarlo a la cara. - Desmentilo - le pidió a gritos y ella con la cabeza agachas negó destrozando el corazón de su marido.

Bruno no podía estar disfrutando más de la situación. Ver tan hundido a su hermano le causo una verdadera risa.

- ¿Cómo podes estar haciéndome esto? - le preguntó el menor a su hermano.

- Solo llegué a amar a Micaela. Nadie más, ni a nuestros ni a vos hermanito. Me importa el dinero mucho, y no quiero compartirlo con vos. Por eso le pedí que te enamorara, que se casaran y así ella hereda tu parte y todos felices. Claro que el bebé no estaba en los planes - recordó él viendo como su amada abrazaba su crecida panza como queriendo protegerlo- pero podes quedarte tranquilo, voy a cuidarlo como si fuese mío.

- Bruno por favor, si en verdad me amas pensa en lo mejor para mí y para mi hijo, él merece conocer a su padre verdadero. -Intentaba en vano convencerlo la rubia.

- El bebé va a tener un padre que voy hacer yo. Sé que voy hacer uno muy bueno - le retrucaba con mucha seguridad Bruno.

- Por favor no hagas esto - le suplicaba ella acercándose a él.

- Una vez que esto termine vamos a poder estar juntos. No te preocupes - sostenía Bruno quitándole el seguro al arma y apuntándole al corazón de Nacho.

Micaela aprovechando que su amante estaba distraído tomo el cuchillo que había quedado en su mesa de luz y se acercó con cuidado.

- Nunca imagine que mi vida acabaría así - murmuró Nacho derrotado tratando de procesar todo. - Te amo Micaela y quiero que cuides y ames a nuestro hijo - fue lo único que le pidió y ella se enterneció aún más al ver que sabiendo que estaba por morir él solo seguía preocupándose por ella y su bebé.

Bruno dirigió su mirada a Micaela que estaba atrás suyo y le sonrió antes de volver a enfocarse en su objetivo.

Ignacio cerró los ojos cuando vio que su hermano estaba por jalar el gatillo.

- Voy amarte toda mi vida - juró Micaela a Bruno mientras le enterraba el cuchillo en el cuello, justo en una arteria vital. Él cayó de rodillas en brazos de la rubia, un segundo después su corazón dejo de latir.

Nacho abrió los ojos al escucharla hablar. Sabía que no era dirigido a él pero se sorprendió al ver el cuerpo de su hermano mayor.

- Estaba muy enamorada de él, por su amor hice cosas de la que me arrepiento pero sabía que esto era el límite. No te lo merecías. Lo siento. - Se disculpó con verdadero pesar Micaela. Luego volvió a ver a su amado desangrándose, muerto sobre sus brazos. Y se sintió vacía. Supo que hasta el día en que muriera iba a sentirse incompleta. Amaba e iba amar a Bruno por siempre.

*****

No se imaginan lo difícil que fue para mi escribir el final de esta novela. Antes de empezar a escribir ya sabía como queria que terminará, pero cuando llego el momento me fue muy doloroso, tanto que quise cambiar de opinión y hacer otro final más positivo. Sin embargo me mantuve firme en mi primera opción y lo escribí tal cual lo planee desde el inicio.

Queda un solo capítulo. Lo subo al mediodía o a la tarde.

Gracias por sus votos y comentarios 😙