CAPÍTULO 13
Tal y como Mica había predicho, Bruno en minutos después que finalizara el llamado llegó al departamento de la rubia.
- ¿Qué paso gorda? Me dejaste preocupadísimo, fue tan raro tu llamado a estas horas de la madrugada - le dijo él después que ella le abriera la puerta y le diera un pico.
Mica sonrió al ver que Bru estaba en pijama... y pantuflas. Definitivamente había salido de su cama y agarrado las llaves del auto sin detenerse a cambiarse por lo menos. Ella se sintió bien. Ella en verdad era importante para él. Él era todo para ella, y acababa de descubrirlo, o de confirmarlo.
- No quería preocuparte bebé. Solo tuve una pesadilla, fue horrible, se sentía muy real - confesó apenada al ver que lo había desvelado por nada en verdad.
- ¿Qué pesadilla? - se interesó él sentándose en el sillón y sentando a Mica encima suyo mientras le acariciaba los nudillos para confortarla.
- Vos... muerto - murmuró Mica con un nudo en la garganta y las lágrimas traicioneras no demoraron en aparecerse.
- No hermosa, no te pongas así. Solo fue un mal sueño, ya me ves acá con vos, estoy bien. - la abrazaba más fuerte Bruno mientras ella asentía dándole la razón.
- Sí, ya sé que soy una tonta. Pero te amo y no quiero que nada malo te pase - dijo mientras le daba besos tiernos que derretían el congelado corazón de él.
- Sabes que yo también te amo. Para siempre. - le juró esta vez besándola con más pasión y acariciándole las piernas desnudas. Mica lo siguió gustosa. Estuvieron buen rato chapando y acariciándose en el sillón.
- Amor, ya que estas en pijama deberíamos ir a la cama - bromeó en doble sentido ella mientras se daban picos.
- Mmm... - susurró él alzándola sin dejar de besarla y atravesando las puertas hasta llegar a la cama de la rubia.
Bruno se acostó sobre Mica cuidando de no depositar todo su peso sobre ella. Sus labios eran adictivos, no podía dejar de besarla. Lentamente fue dejando besos en el cuello de su amante, evitando dejar marcas. La ropa lo estaba molestando, en cuestión de segundos se saco la remera y el pantalón y volvió a concentrarse en el cuello tentador de Micaela mientras con sus manos iba quitándole el sexy vestido de pijama que tenia puesto.
- Te amo - le dijo Bruno viéndola maravillado como siempre que estaba desnuda frente suyo. Ella era perfecta. Perfecta para él. Volvió a besarla, acariciarla, mimarla y amarla solo como él sabía.

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Avaricia
Fiksi PenggemarUna herencia. Dos hermanos. Uno de ellos, inescrupuloso y ambicioso le pide a la mujer con la que sale que seduzca a su hermano para así conseguir el resto de la fortuna. Todos los hechos son inventados y pertenecen a mi loca imaginación.