CAPÍTULO 8: Los Amigos Y Los Enemigos

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Después de ayudar a Vegetta a cambiarse la camisa, me dispuse a grabar el resto de la mañana. Y vaya que fue dificil hacer que se callara, no quería que pensaran que estaba grabando con Samuel, seguro se molestaría o algo, no lo se, pero es mejor prevenir.

Tenía a Vegetta a un lado mio, sentado, mientras me observaba jugar y me escuchaba comentar.
Realmente me daba algo de gracia esta escena, parece un niño pequeño viendo su caricatura favorita, porfavor, se ve tierno. De vez en cuando volteaba a verlo y liberaba una pequeña risa, estaba embobado mirando el juego.

Y si, como verán, decidí dejar de lado el hecho de que sea de un videojuego, no quiero desperdiciar la mañana pensando en encontrarle la logica a esto, prefiero dejarlo pasar y simplemente disfrutar lo que se pueda disfrutar.

-¿A quienes les hablabas? -Preguntó curioso, mirandome confundido. Yo acababa de terminar la grabacion.

-Con nadie, ¿Quieres jugar? -Pregunté sonriendo. A lo que él me miró.

-¿Jugar a qué? -Preguntó cruzandose de brazos frente a mi.

-No lo se, a lo que quieras, en la PC, en la consola, o a juegos normales -Dije tratando de hayar la forma de crear un vinculo con él, quiero que confie en mí.

-Mmm... ¿a lo que yo quiera eh? -Sonrió, supongo que querrá jugar algo entonces.

Y ahí nos encontrabamos, dos tontos en calcetines jugando a las espadas en medio del cuarto. Usando como espadas dos palos que quien sabe de donde sacó Vegetta. He de admitir que ne estaba divirtiendo como un niño, hace años que no me reía de esa forma, era como crear un mundo imaginario otra vez, como volver a la infancia.

-Eres bueno con la espada -Me dijo entre risas, a lo que yo contesté sonriente.

-Pero mira tú, eres todo un experto imagino -Dije al ver que me había picado el pecho con el palo de madera, haciendome cosquillas.

-Pues claro, si tuviera mi espada ya te hubiera partido hace tiempo -Dijo riendo. Tomare eso como que no quiere hacerlo, eso es bueno, supongo.

-Ya, me rindo, pero no me mates -Dije siguiendo los papeles que nos habíamos puesto, en nuestro juego me tocó ser el malo.

-Sabia elección -Dijo guardando su espada como fingiendo ser un caballero o algo así.

-Fué extrañamente divertido tío -Me levanté todavía riendome, ya me dolía el estomago de tanto reír, y estoy seguro de que a él también.

-Si que lo fué -Me sonrió cuando dejó de reir, y yo le devolví el gesto. La verdad es que pocas veces había jugado así, claro, con Samuel también juego cosas parecidas pero esto fué sin duda alguna especial, no digo que me agrade mas Vegetta ni nada. Pero fue especial porque se que acaba de nacer una amistad.

••••Narra Samuel••••

Llevaba ya un rato escuchando risas en la habitación de Guillermo, se que nuestros cuartos estan bastante lejos, pero parecía que casi se ahogaba de la risa o algo. No puedo creer que haya preferido a ese desconocido en vez de a mí, ¡Lo besé! ¡Lo besé, maldita sea! ¡¿Cómo no se da cuenta de que yo lo amo?! ¡¿Cómo elige estar con otro?! Juro que en todos los años que llevo conociendolo jamás me había dolido tanto una discución con él, siento como si ya no me quisiera como amigo... ni como nada. Igual estoy siendo exagerado, pero como siempre he dicho son cosas mias.

No me puedo quitar de la cabeza la idea de que ese maldito le haya hecho algo a mi Guillermo durante la noche, de verdad que espero que esto solo haya sido una horrible pesadilla, que sea como las teorías tontas de caricaturas y que en realidad me encuentre en coma imaginando todo esto.

Que imaginacion tan mas horrible tengo, me esta torturando macho.

Me levanté cuando terminé de grabar, y me encaminé hacia la cocina para preparar el desayuno. Seguro puedo ganarme a Guillermo preparandole el desayuno, que vea que este hombre que tiene aquí como compañero vale la pena.

Pero para cuando llegué a la cocina ya estaban ellos dos ahí, de verdad que mi vida no puede ser mas miserable, no puedo odiar mas al destino hoy, me cago en todo. Vi a Guillermo preparar un desayuno mientras ese otro tío estaba sentado frente a la mesa, en mi silla. Me acerqué a paso lento, y hablé interrumpiendo su conversación.

-Guillermo, ¿Cómo dormiste? -Sonreí forzadamente, mirando de reojo la exprecion del otro al notar que había pasado de él.

-Ehm... creo que ya es algo tarde para preguntar eso... -Dijo cortante, preparando lo que sea que vaya a desayunar. Yo gruñí entre dientes, me acerqué más a él y lo tomé posesivamente de la cintura, recargando mi barbilla en su hombro.

-Sólo quería saber como había dormido mi persona favorita en el mundo, y tambien saber si podía ayudarle a hacer el desayuno -Dije susurrando serca de su oido, acariciando con ambas manos si cintura, buscando que accediera a lo que decía. No pierdo nada con intentar, soltó un largo suspiro despues de algunos segundos y accedió acintiendo con la cabeza.

Yo sonreí y miré al idiota que estaba sentado detras nuestro, demostrandole quien manda en esta casa y a quien le pertenece el hermoso chino que ahora se encuentra entre mis brazos. La verdad cuando odio a alguien lo hago en grande, incluso me podré ver como el malo de la historia.

Hizo un gesto de desagrado, y yo de mi parte levante el dedo medio, todo a espaldas de Guillermo.

-Y bueno, ¿Con qué te ayudo chiqui? -Pregunté sonriendo inocente, colocandome a su lado.

-Preparame unos hot cakes, y no los quiero quemados -Dijo ya intentando simular un tono de enfado, creo que ya volvió a ser el mismo de antes, y eso me alegra como no tienen una idea.

-A la orden señor Rex -Dije en plan de juego, llendo por los ingredientes para hacer lo que me había pedido.

Debo de lograr que se fije en mi y se olvide de ese idiota, no puedo dejar que se hagan amigos o algo peor, novios o amantes. Miré al desgraciado que se encontraba en mi silla, me miraba como tratando de lanzarme rayos lacer por el odio, a lo que yo solo volví a darle la espalda, tratandolo como lo que es desde que le conocí. Nada.

-Madre mía Guille, ya estan listos.tus hot cakes -Sonreí orgulloso viendo que no los había quemado, los coloqué en un plato y lo puse en la mesa, justo frente a él.

Mi desayuno ya estaba listo, pero me tardé mas que él y por eso ya estaba sentado.

-Al fin, ya me moría de hambre. -Tomó un tendor para empezar a comer.

-Te dije que yo cocinaba mas rápido -Escuché de parte de... nuestro invitado. Fruncí el ceño y solté una leve risa a modo de burla.

-Esa ni tu madre se la cree. -Murmuré con una sonrisa malisiosa, él me miró enfadado y yo sin mas me senté entre ellos para desayunar, impidiendo que hubiera algun tipo de contacto visual entre ellos dos. Haré lo que sea por separarlos a los dos.

Eeeen fin, un capítulo un poco mas cortillo porque lo escribí todo en solo una hora y ya no tenía más xD #Guimuel
Va ganando ah 7u7
Ya veremos lo que pasa con el Wigetta 7w7
No olviden comentar ^^ es lo que me anima para seguir con esto, porque pues las ★ no me dan consejos solas verdad? v:

Y les tengo una preguntilla...¿Capitulos mas largos o mas cortos? 7w7

Like si mal pensaste lo de partir a guille con la espada de vege(?

Dulces Lunas

WIGETTA LOVE ¿Realidad o Fantasía?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora