WIGETTA LOVE ¿Realidad o Fantasía?

CAPÍTULO 22: El Karma Y Los Fisgones

—Anda ve a dormir, lo vas a necesitar —Dijo Willy, separandose de ese abrazo y sonriendo.

—Esta bien... gracias otra vez —Murmuró Guillermo, sintiendose mas aliviado y sonriendo también.

Esa noche se fué a dormir sintiendose mas tranquilo consigo mismo, a pesar que tenía que guardar ese secreto por un tiempo, se sentía mejor. Durmió colocando su mano sobre su vientre, esperando que todo saliera bien.

Medio mes había pasado desde aquella noticia, fueron días en los que Guillermo y Willy mantuvieron su secreto el mayor tiempo que pudieron, por que pronto Samuel y Vegetta comenzaron a sospechar de sus novios.

—Planeo pedirselo en un lago, Hay un lugar que le encanta visitar cuando tiene tiempo, pero aun asi es poco romantico... —Murmuró limpiando la mesa de la cocina.

—Uuy el señor apuestas revela sus ideas, no es bueno eso eh —Rió Vegetta.

—Como quieras parguela, dije que no lo iba a hacer —Le sacó la lengua, sus discuciones comenzaban a ser super infantiles. Decidieron dejar en el pasado aquel mal entendido de hace unos meses, como se han dado cuenta, no fué culpa de nadie ese error.

—Ya se, ¿Porqué no le compras un anillo de chocolate? Seguro le gustará.

—¿Que insinuas? —Preguntó Samuel, siguiendo con su trabajo.

—Es que son un par de comelones los dos, no solo el tuyo, tambien el mio. —Su queja hizo reir a Samuel, haciendo entender al otro que lo mal interpretó.—Tu Guille y mi Willy, imbecil —Rió.

—Exageras un poco, pero si, tienes razon, son unos comelones... —Aceptó el castaño. 

—Al paso que siguen nos van a dejar morir de hambre —Exageró el hombre de ojos morados, viendo lo poco que contenía el refrigerador después de el ataque de hambre que les dió a los menores esos ultimos días.

—Pero quienes sufren no somos nosotros, ellos se pondran mas gordos que en navidad —Rió Samuel, hoy les tocaba a ambos hacer las labores de la casa. En este tiempo ya se habían organizado muy bien, se decidió que si Vegetta y Willy iban a quedarse aquí tenían que ayudar en algo. —Ademas son muy tiernos, al menos mi Guille.

—Willy es igual de tierno, o mas —Protestó Vegetta, defendiendo a su pareja. —Tu Guille es un fideo.

—Es el mejor fideo que he visto —Dejó de limpiar la mesa, para ver a Vegetta directo a los ojos. —Ademas no creo que sea tierno que alguien tenga una barba toda rasposa.

—Pero si su barba es lo mas lindo que he visto —Vegetta de algun modo tenía razon, en Minecraft era poco comun ver a un hombre tan pequeño y con carita de bebé, Willy era la ternura en persona al menos para él.

—Como digas, mi Guille es mas lindo chaval.

Siguieron discutiendo los dos en la cocina, sin saber que dos fisgones los escuchaban desde la sala.

—A veces pueden ser tan tontos —Rió Guillermo, sosteniendo con una sola mano un bol con fresas mientras que con la otra las tomaba.

—Alguien que me recuerde ¿Porque andamos con esos tontos? —Willy estaba en la misma condición, a diferencia que no eran fresas lo que comía, si no trozos de sandía.

—Porque debajo de todo ese orgullo y musculos son tan lindos —Habló con la boca llena, haciendo reir a Willy y que este le contagiara la risa.

La estaban pasando bien los dos, se esforzaban por estar contentos e ignorar los problemas, bien estaban nerviosos, pero eso solo empeoraba la situacion y prefirieron ver el lado positivo del asunto.