¿Cuáles son tus miedos? (Leon Goretzka)

20. Los temores que la acechan

Las manos entrelazadas de Leon y Janina robaban miradas mientras caminaban entre las personas que también asistían al Festival de Bochum, algunas sólo los observaban pero otras los detenían para pedir una foto con el futbolista, no sin antes cuestionarlo sobre si la chica que lo acompañaba era su novia.

—No deberías hacerte a un lado de Leon por tanto tiempo —Laura cargaba a Matilda mientras se dirigía a Janina.

Ella la miró comprendiendo perfectamente a lo que se refería pero prefirió hacerse la desentendida.

—¿Por qué lo dices?

—Son más chicas las que se acercan a él para pedir una foto o un autógrafo. Conozco a mi hermano y sé que no es capaz de hacer algo malo o faltarte al respeto pero sería bueno que las demás se dieran cuenta que tú eres la que está con él —dijo Laura con sinceridad.

Janina también se atrevía a asegurar ciegamente que Leon no la engañaría o algo parecido pero ella no podía hacer nada contra su reconocimiento social y mucho menos entrometerse en algo que sabía era importante para él, pues siempre expresaba cuán necesario era el apoyo de sus seguidores en todo momento.

—Gracias, Laura. Lo tomaré en cuenta —sonrió a medias.

Lo que menos quería, eran ideas en su cabeza que la hicieran imaginarse mil cosas aunque su corazón le dijera que no debía preocuparse por nada.

Leon se acercó a ellas luego de pasar unos cuántos minutos en una sesión de fotos improvisada por parte de algunos admiradores. Una sonrisa se formó en sus labios al ver a Janina, quien se encontraba con la misma expresión que él; sin decirle nada, la abrazó por la cintura y luego besó su sien izquierda.

—Siento haberlas hecho esperar —se disculpó con ambas—, ya saben cómo es esto —bromeó.

—¡Cálmate, Justin Bieber! —Laura comentó con sarcasmo.

Los tres se echaron a reír ante su espontánea expresión. Janina paró de reír al percatarse que el sobrino de Leon se encontraba distante de ellos con un semblante algo malhumorado y ella se puso de puntas para hacérselo saber.

—Con quien deberías disculparte es con Lucas —dijo Janina.

El pequeño se encontraba cruzado de brazos y con el entrecejo fruncido mirando hacia el suelo pues él era el más emocionado por disfrutar de las atracciones y juegos mecánicos que el festival ofrecía, sin embargo y, por culpa de su tío, su diversión se estaba haciendo esperar.

—¿Quieres ir al carrusel? —sugirió Leon a su sobrino.

De pronto, la molesta expresión del niño cambió al escuchar las palabras de su tío y comenzó a caminar rápidamente de su mano hasta llegar a la fila de espera del juego. Janina y Leon iban uno al lado del otro divirtiéndose como un par de infantes que no habían disfrutado nunca de ese tipo de atracciones, ambos reían y parecía que su alegría no tendría fin. Posteriormente se dirigieron a los carros chocones en donde Janina se negó a manejar debido a que temía que los impactos le provocaran alguna especie de alteración o crisis y lo que menos quería era dar esa clase de espectáculo frente a cientos de personas.

Janina llevaba a Matilda entre sus brazos mientras que Leon y Laura subían con Lucas a una pequeña montaña rusa, ella sonreía al verlos felices y, aunque no pudiese compartir ese momento con ellos, se alegraba de poder pasar con ellos esa clase de episodios ya que rara vez lo hacía con su familia. Al bajar del juego, Laura se sintió mareada y decidieron hacer algo menos brusco, encontraron un pequeño puesto de tiro al blanco en donde los tres mayores optaron por jugar; primero Janina hizo su esfuerzo pero sólo consiguió encajar el dardo fuera del círculo de puntajes, después, Laura casi da en uno de los brazos del encargado del lugar y prefirió no volver a intentarlo, finalmente, Leon alardeó que él ganaría premios para todos pero las risas de los cuatro resaltaron cuando falló el primero de los dardos.