Janina yacía sobre el abdomen de Leon mientras que él la abrazaba con fuerza, la sonrisa en sus labios era una evidente pista de que acababan de hacer el amor y aún no se cansaban de aquello.
—Te quiero mucho —Janina miró a Leon y luego besó su pecho desnudo causándole cosquillas.
Él rio espontáneamente y luego rodó un poco sobre la cama para que los dos quedaran acostados frente a frente.
—Estamos locos —afirmó al mismo tiempo que negaba moviendo su cabeza.
—¿Por qué lo dices?
—Tú no debes tener relaciones sexuales por la cantidad de adrenalina que se libera, tu corazón siempre se acelera en medio de todo o cuando terminamos.
Janina hizo una sonrisa de lado.
—A pesar de eso... he mejorado un poco. En la última revisión el doctor dijo que el soplo cerró un poco más de lo esperado.
Leon se enderezó en la cama y ella hizo lo mismo, la tomó de la cintura y la acomodó justo encima de sus muslos para que volvieran a quedar uno enfrente del otro.
—No hemos hecho otra cosa que no sea eso y no me enorgullezco de ello —dijo un poco más serio—, pero no sé qué es lo que tienes que me haces desearte cada día más.
Llevó sus labios al cuello de Janina y ella sólo llevó su cabeza un poco hacia atrás para que él pudiera tomar más de aquel lugar; la barba de Leon ya cubría una parte de sus mejillas y al rozar contra la piel de ella, sólo provocaba escalofríos y que sus ganas de volver a sentirlo aumentaran.
Ninguno de los dos contribuían para dejar de tener sexo. Cuando estaban solos se la pasaban entre insinuaciones y caricias que inevitablemente los llevaban a hacerlo en cualquier lugar de la casa de Leon, pero en esa ocasión, aquellas acciones impúdicas habían comenzado justo después de salir de la cena con sus amigos en el restaurante ya que Janina había marcado por teléfono a sus padres para mentirles acerca de una supuesta noche de chicas que tendría con Emma, cuando ella seguramente estaría haciendo lo mismo pero con Leroy.
Luego de haber hecho el amor dos veces, ambos se quedaron dormidos un par de horas, para luego despertar alrededor de las 3 am y volver a tener un nuevo encuentro. En cuanto acabaron, tomaron un baño y salieron de la ducha para preparar un poco de café y tomarlo con una pequeña conversación. Ambos se encontraban sentados en las sillas altas del bar de la sala, Janina llevaba puesta sólo su ropa interior y la camisa que Leon había usado para la cena, mientras que él sólo vestía unos pantalones para dormir.
—Aún no puedo creer que estamos haciendo esto —pronunció Leon luego de dar un pequeño trago a su taza caliente.
—¿Qué cosa? —Janina alzó una ceja.
—Aún eres una señorita de casa y estamos faltando el respeto a tus padres —argumentó con seguridad—, mi caso es diferente, yo soy independiente de mi hogar en Bochum, además mi familia sabe que soy sexualmente activo.
—¿Se los has dicho? —preguntó con sorpresa.
Leon negó moviendo su cabeza.
—¿Crees que se tragaban el cuanto de que algunas chicas entraban a mi cuarto para estudiar? —rio ligeramente.
Ella frunció el entrecejo y lo miró desaprobando su comentario.
—No me causa gracia alguna.
—Vamos, mi amor. Sólo jugaba, aunque si a esas vamos, tu tampoco has sido tan inocente que digamos —le echó en cara haciendo que los pómulos de Janina tomaran color.
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¿Cuáles son tus miedos? (Leon Goretzka)
Fanfiction"-El corazón no siente, sólo lastima".