LA NAVIDAD Y EL PARAÍSO I.I

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–Bueno, entonces si les gusta la idea, síganme por favor y fórmense de nuevo para organizarlos como ya habíamos quedado. –Decía la voz del ángel Noel en la flor.

Al terminar de decir eso, todos los elfos se comenzaron a formar rápidamente en distintos escuadrones, aunque como tenían el ser de un niño se amontonaban y apretaban unos con otros.

–Ay, espérenme, creo que yo voy aquí. –Gritaba el elfo Santiago que corría entre las filas que se iban formando.

El salón Fungi estaba completamente lleno de elfos entre muchos equipos formados en hileras de elfos. Eran alrededor de veinte equipos distintos de niños y niñas elfos.

–Muy bien líder de los elfos, acompáñame. –Le dijo el ángel Noel al elfo Emil mientras caminaba hacia las filas verdes de elfos.

–Si ángel Noel. –Le dijo con gusto el elfo Emil quitándose el gorro en señal de agradecimiento.

El elfo Emil comenzó a caminar flotando al lado del ángel Noel con un manojo de brazaletes de colores sobre sus brazos, un nuevo papiro a la mano y la pluma roja que estaba en el tintero de la mesa que tomó antes de caminar.

–Mientras yo diga los equipos su pequeño líder como ustedes, les dará brazaletes de colores para saber qué equipo son. –Mencionó el ángel donde se oían sus ecos por las conchas mágicas.

El ángel y el elfo se pararon encima de los cuatro primeros equipos. El elfo le enseñó el papiro al mago y este les dijo mientras los señalaba con su brazo derecho.

–Estos cuatro primeros equipos se unirán para formar uno solo y ustedes se encargarán de juntar todo el material que se pueda para reciclar y formar estos bellos obsequios a nuestros amigos celestiales. –Dijo el ángel Noel a las primeras filas de elfos a las que se paró en frente de ellos–. A ustedes les daré por ser el primer escuadrón, el brazalete blanco. –Habló el ángel diciendo mientras el elfo Emil sacaba sus brazaletes de sus brazos y se los daba a los elfos para que se lo amarraran sobre a muñeca de sus manos derechas.

Después el ángel siguió caminando con los siguientes equipos.

–Los siguientes cuatro equipos se fusionarán porque ustedes se encargaran de pasar esos materiales orgánicos hacia la máquina de los regalos y así fabricar las distintas partes de los obsequios que daremos. –Dijo el ángel y en eso volteo a mirar el elfo–. Elfo Emil ya sabes que hará este equipo para que les des su brazalete de color. –Le hablo una vez más.

Los elfos de esos equipos se alegran todos.

– ¡Ya voy!–Respondió rápido, pues apenas iba a darles las pulseras a los otros elfos cuando el ángel caminó con los siguientes. Se colocó frente a ellos y con su voz tenue comenzó a hablar de nuevo.

–Los siguientes cuatro equipos se juntarán porque juntos... –el ángel se queda con su mano derecha sobre su barbilla pensando un momento porque ya no recordó que es lo que haría el cuarto equipo, necesitaba ver el papiro que el elfo tenia pero estaba repartiendo los brazaletes de color rojo en el segundo equipo.

– ¿Elfo Emile? –Llamaba el ángel al elfo una vez más nuevamente con una voz llamativa.

– ¡Enseguida voy! ¡Ya casi! –le dijo fuerte el elfo Emil pero no agresivo con una poca desesperación.

–No te preocupes Emil, como quiera solo son cinco equipos. –Mencionó el ángel con una sonrisa relajado–. Pero ya quiero la hoja. –Le respondió sin la sonrisa el ángel.

–No se preocupe, enseguida voy. –Comentó el elfo mientras terminaba de dar los brazaletes rojos en el segundo escuadrón. Después caminó hasta llegar con el ángel una vez más.

EN BUSCA DE LA FEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora