EN BUSCA DE LA FE

EN CAMINO HACIA EL PORTAL MÍSTICO CELESTIAL. CAPÍTULO X.I

–Mira ¿vez ese conjunto de nubes brillantes que se encuentran en la rodeando esa montaña? –preguntó el amigo Marcel mientras le señalaba al ángel Noel.

–Sí, claro que las veo ¿ahí está el portal místico celestial? –preguntó el ángel Noel con curiosidad.

–Así es ahí está el portal. –Afirmó el mago Marcel.

– ¡¿Ya oíste Alázul?! –le preguntó el elfo a la paloma, pero esta como no sabe hablar simplemente no dijo nada y movió su cabeza para decir que sí–. Mira Alázul, entonces como ya estamos aquí, hay que meternos debajo de la alfombra del mago Marcel para que no nos vean y así podamos escuchar bien toda su conversación. –Dijo el elfo.

La paloma que iba volando detrás de los dos seres celestiales comenzó a descender un poco, pero manteniéndose detrás de los dos seres celestiales para poder introducirse debajo de la alfombra.

–Así que ahí se encuentra el portal –mencionaba el ángel Noel al mirar las nubes brillantes de la montaña rodeada de agua–, usted me dijo que es un lugar oculto –respondió.

–Yo no sé qué tiene de ocultos, se puede ver a simple vista, ¿tú no piensas igual Alázul? –Le dijo el elfo Emil a la paloma, quien ya casi estaba debajo de ellos–. Mira Alázul ya casi estas debajo de la alfombra, solo vuela un poco más rápido. –Dijo el elfo muy emocionado.

La paloma ya casi llegaba, iba volando detrás de ellos acercándose con vuelo silencioso para que los seres no se dieran cuenta.

–Ya casi llegamos, un poco más, un poco más, un poco más. –Mencionó con emoción el elfo, pues la paloma ya estaba detrás de la alfombra a las espaldas del mago Marcel–. Bien Alázul, ahora si ya podremos continuar, pero hay que hablar en silencio para que no se den cuenta los dos amargados que no quieren invitar a la aventura. –Habló el elfo ahora despacio pues ya habían llegado debajo de la alfombra.

–Se ve muy cerca mago Marcel no que estaba muy oculto como pensaba. –Le volvió a decir el ángel Noel.

– ¡Ve que está demasiado lejos que a nadie le gusta venir por aquí! Además, el verdadero lugar está escondido entre esa montaña. –Le dijo el mago apuntándole con las manos de nuevo.

–Ya sé porque dice que este lugar está muy lejos. –Dijo el elfo Emil en silencio.

–Bueno, pues ya estamos casi a punto de llegar, un poco retirado, pero ya estamos cerca por llegar. –Mencionó el ángel Noel.

– ¡Claro que no! se ve cerca esto pero la realidad es que aparenta lo que no es porque aún falta un poco más por llegar. –Argumentó el mago Marcel.

–Bueno pues entonces a seguir volando. –Afirmó el ángel Noel mientras seguía volando con una expresión sin nada más que hacer.

– ¡Espera! –Le gritó el mago Marcel quien se había detenido y ya no iba volando, solo flotaba con la alfombra sobre el aire.

– ¿Qué es lo que sucede mago Marcel? –preguntó el ángel Noel con un poco de inconformidad.

–Tenemos que bajar y caminar desde este momento hasta el portal místico celestial por el sendero. –Agregó el mago Marcel.

– ¿Por qué? –preguntó ya haciendo berrinches el ángel Noel.

–Solo hazme caso y vamos a bajar para seguir el camino. –Complementaba argumentando el mago Marcel insistiendo.

–Mejor usted vaya por debajo y yo iré por arriba, hacemos unas carreritas y veremos quien llega primero. –Respondió el ángel Noel hacia el mago Marcel.