En la aldea de los hongos y las piedras de lágrimas están los elfos siguiendo con más regalos a excepciòn del mago Marcel, él es el guardián de la magia luminosa, se encarga de no dejar que se genere la maldad en los cielos con la magia de Dios, así como también cuida la felicidad y la bondad en el planeta tierra. Es el mago más bondadoso que pueda existir, pero también es justo y siempre se viste con su túnica azul del mismo color de sus ojos, barba y cabellera amarilla y una piel blanca. Un hombre rubio completamente.
Está llegando a su casa de bronce, un hermoso castillo hecho de este material tan preciado que flota sobre una nube, con banderas y muchas ventanas por todos lados. Por dentro está un patio con una fuente, que tiene la estatua de hermosos ángeles parados sobre palomas y hay muchas plantas que crecen no en la tierra, sino entre las nubes. La casa de bronce está al lado derecho de la casa de oro, que es el hogar de los seres más fantásticos de los cielos y que esta, también flota en lo alto de los cielos en una nube.
Está volando hacia su casa, sin decir ni una sola palabra, solo pensando una y otra vez, vuela y vuela hacia la nube donde descansa su hogar. Al llegar caminó y caminó hasta la puerta de entrada, y su misma varita era la llave, la metió sobre la cerradura y la giró, la puerta se abrió, después la cerró con su varita nuevamente y corrió hasta llegar a la librería que también abrió y cerró con su barita mágica.
Estando en su librería, había muchos cuadros de pinturas de toda clase, donde se miraba todo tipo de paisajes con animales y plantas, miró al más grande de todos, un cuadro donde solo se miraban arboles inclinados con claveles en el pasto, un rio muy ancho con gran corriente de agua y una gran roca. Cuando lo miró de repente empezó a gritar.
– ¡Ninfa Elicia! ¡Ninfa Elicia! ¡¿Dónde estás?! –preguntó el mago Marcel mirando la pintura que tenía en la librería.
Cuando terminó de decir eso, de repente salió una mujer de pelo y ojos negros como la noche de una piel morenita y vestido blanco y largo, era una mujer muy bonita en el cuadro que salió nadando del rio. ¡Increíble, el cuadro tenia vida!
–Ninfa Elicia ¿Dónde estaba? –volvió a preguntar el mago Marcel apurado.
–Perdone usted –respondió la ninfa–, es que tenía unos asuntos pendientes, tenía que probar algún bocado, sino moriría de hambre completamente, así que me fui a comer las rosas de aquellos rosales. –Y la ninfa apuntaba hacia la derecha hablando con una hermosa voz que parecía de sirena–. Es que estos claveles de aquí ya me aburrieron y quería probar una nueva flor. –Dijo nuevamente mientras tomaba y se comía una rosa.
Y cuando acabó de decir eso y comer, la ninfa se escondió tras la roca del cuadro, sonriendo como si quisiera jugar a las escondidillas.
–Ninfa Elicia, ya no tengo tiempo para sus bromas, necesito mi libro de hechizos por favor. –Dialogó el mago mientras solo veía la roca sola. De repente la ninfa asomó la cabeza por encima de la roca.
–Y ¿por qué crees que me escondo aquí tontín? –Le contestó la ninfa Elicia muy simpática con una riza noble de niña. La ninfa agachó de nuevo la cabeza a la piedra y enseguida la volvió a alzar enseñándole el libro–. Aquí está tu libro como siempre. –Le contestó la ninfa de una manera amable y aventó el libro hacia el mago Marcel saliendo del cuadro a sus manos.
Era un libro de color blanco, que decía "la magia de la luz" y compaginado con hojas doradas de un buen grosor. El mago Marcel suspiró de alivio por tener de regreso su libro
–Bueno, muchas gracias, pero tengo que irme a la cámara de magia donde tengo todo mi armamento de magia blanca. –Argumentó sin problemas el mago Marcel.
–Anda, ve sin preocuparte Marcel, yo sé que ahorita estás muy ocupado, pero cuando no tengas nada que hacer, puedes venir a visitarme al cuadro, y juntos podemos nadar por el rio y pasárnosla muy bien. ¿No te parece mi querido Marcel? –Decía la ninfa tratando de coquetear con el mago Marcel una y otra vez, tratando de ver su cuerpo de una mejor manera acariciándolo con una hoja que tenía en su mano sus piernas.
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EN BUSCA DE LA FE
FantasyDos caminos van "en busca de la fe" para poder llegar a un logro que pueda mantener su existencia. La bondad se ha dado cuenta que la fe está siendo acechada sin saber que la maldad la está absorbiendo paso a paso para conquistar el bien. Un mensaje...