– ¿Qué sucede líder Emil? –preguntó con duda el elfo Santiago, pues miraba que el elfo Emil en la puerta posaba sus ojos en toda la colina Ambú después de que el mago y el ángel salieron.
-- Santiago. –Dijo el elfo Emil sin dejar de ver la colina.
–Mande, ¿para qué me llamas Emil? –cuestionó nuevamente el niño celestial.
– ¿No notaste algo extraño? –interrogó Emil con una sensación de misterio y ganas de descubrirlo, tanto que se olvidó de envolver los regalos.
– ¡Sí! pensé que yo había sido el único que lo notó. –Respondió el elfo Santiago, pero el miraba al elfo Emil en vez de mirar la colina.
– ¡Yo también! –Respondió Emil.
–Sí, yo también lo noté. –Dijo el elfo Elsaddi metiéndose a la conversación imprevista.
–Qué bueno que lo notaste también Elsaddi. –Mencionó Emil un poco aliviado al saber que los dos elfos también habían notado alguna rareza.
–Por supuesto que sí, –mencionó la elfo Elsaddi mientras se tocaba su pancita–, es lógico que todos íbamos a notar, que el ángel Noel no nos dio alimento hoy si siempre nos ha mandado por las hadas para comer mientras trabajamos.
– ¡Yo no hablo de eso Elsaddi! –Le contestó desesperado el elfo Emil al elfo Elsaddi porque quería resolver el misterio de los dos seres celestiales.
A consecuencia de esto al elfo Elsaddi le comenzaron a salir lágrimas de los ojos, y también su sonrisa cambio a una de tristeza.
–Perdón, me alteré un poco, lo siento. Discúlpame, no debí gritarte así ¿me perdonas? –se lo pidió mientras con sus manos el elfo Emil le limpiaba las lágrimas de las mejillas.
–Pues que más hago. –Respondió el elfo Elsaddi en una pequeña broma.
Después de eso, los dos elfos se dieron un abrazo de amistad.
–El amor celestial. –Dijo el elfo Santiago mientras suspiraba.
Los dos elfos dejaron de abrazarse y rápidamente volvieron al asunto de importancia.
– ¡Yo te digo que si ¿no notaste lo extraño que estaban el mago Marcel y el ángel Noel?! –Le volvió a preguntar el elfo Emil pero ahora sin alteración.
–No me había dado cuenta, pero ahora que lo dices, si Emil, estaban muy extraños, como si ocultaran algo. –Mencionó Elsaddi ahora también con la misma curiosidad que la del elfo Emil.
De repente, el elfo Emil cambio su cara de curiosidad y sospecha a una cara de niño travieso con una gran sonrisa donde se expresaba que tenía en mente un plan, que quería poner en plena marcha.
– ¡Algo que tengo que averiguar! –dijo mientras comenzó a caminar hacia la colina.
– ¡Espera! –gritó el elfo Santiago.
En eso el elfo Emil dejó de caminar y volteó con los elfos.
–Y ¿qué piensas hacer? –preguntó el elfo Elsaddi.
–Irme a seguirlos para averiguar ese misterio que me tiene tentado. –Respondió el elfo muy seguro de lo que haría.
– ¡¿Estás loco Emil?! –gritó el elfo Santiago impresionado por lo que dijo el líder de los elfos.
– ¡Pero tú no te puedes ir! ¡Tú eres el líder de los elfos verdes! –Le aclaró y recordó el elfo Elsaddi.
–Si tú eres el líder. –Agregó el elfo Santiago mirando a Emil.
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EN BUSCA DE LA FE
FantasiDos caminos van "en busca de la fe" para poder llegar a un logro que pueda mantener su existencia. La bondad se ha dado cuenta que la fe está siendo acechada sin saber que la maldad la está absorbiendo paso a paso para conquistar el bien. Un mensaje...