EN BUSCA DE LA FE

LA MAGIA NEGRA EN EL MUNDO. CAPÍTULO XV

Mientras tanto, en el planeta Tierra los humanos están teniendo cada vez menos paz y felicidad, todo debido a la fuerza que ha adquirido el perverso de Satanás. Los ejércitos de las sombras del diablo han tomado energía, y están rodeando todos los lugares del mundo. ¿Cómo la están pasando los humanos?

En un pequeño pueblo lejano con los recursos básicos para vivir, lejos de toda ciudad, se encuentra un hogar de familia humilde, donde el padre trabaja con un pequeño negocio de carpintería y mecánica que tiene junto dentro de la casa. Sin embargo, entre las nubes del cielo sobre el poblado, resalta una de en particular, negra y grande que sobresale en el centro del cielo. De pronto, la nube se difuminó y sobre el aire quedó un humo oscuro, el cual tomó la forma de un ser. ¡No es posible! De ese humo negro se formó una sombra mala de Satanás que ahora desciende hacia la casa del carpintero humilde.

La sombra comenzó a entrar como un fantasma hacia la casa, llegando a la cocina, donde miró una señora de ojos verdes muy bonitos, que cocinaba un exquisito estofado, la dama picaba unas cuantas zanahorias.

Las sombras son invisibles ante la presencia de los humanos, es por eso, que este ser paso sin ningún cuidado alguno, y subió por las escaleras. Estas dejan su mala vibra en cualquier lugar, y por eso cuando pasó a un lado de la cocina, la señora se cortó su dedo índice al picar las zanahorias.

– ¡Ay! ¡Maldita sea! –Dijo la señora quejándose de la molestia mientras la sangre escurria de su dedo.

Al subir las escaleras, la sombra llegó hasta una de las habitaciones, donde a través de una ventana, pudo apreciar un niño de aproximadamente nueve años en la cama, cerca de la recamarera, con una paleta en su mano derecha y una niña de cuatro años del otro lado de la cama.

–Ten Melisa, te regalo la última paleta que queda de la última bolsita de dulces de mi cumpleaños, es tuya. –Mencionó el niño llamado Elías, de aspecto delgado y morenito.

–Gracias hermanito, eres el mejor de todos los hermanitos del mundo. –Contestó la hermana Melisa, también morenita, quien enseguida tomó la paleta.

La sombra al ver esto, inmediatamente se molestó por la buena acción del niño Elías, así que rápidamente atravesó la ventana entre el pasillo y la habitación, comenzando a merodear alrededor del niño. El espíritu empezó a lanzar sus malas vibras entre la habitación, principalmente alrededor de Elías, quien comenzó a hablar, imitando una voz de sirena que hipnotizaba para entrar en la conciencia del niño Elías, colocándose de lado a lado en sus oídos.

–Pequeño, no hay la necesidad de hacerlo, tú también eres un niño, y los dulces también los prefieres. –Mencionó la sombra con una voz de sirena maravillosa que solo percibía Elías. El niño se quedó completamente hipnotizado con la voz de la sombra malvada, que comenzó a escucharla.

–Sí, es verdad. –Dialogó el Elías escuchando sombra.

– ¡Hermanito! ¿Qué te pasa? –Mencionó la niña Melisa preocupada por su hermano, pues lo miraba con su mente totalmente distraído.

–Vamos, el dulce es tuyo, y eres el único que tiene derecho sobre ese dulce, es el último recuerdo de tu cumpleaños pasado, y sé que quieres tener el último recuerdo de tu celebración pequeño. –Habló la sombra una vez más, en su tono de sirena en su oído derecho.

–Completamente de acuerdo. –Afirmó el niño Elías una vez más.

– ¿Qué te pasa hermanito? ¿Qué tanto dices? –Le preguntó la hermana pequeña una vez más, preocupada por la extraña actitud de su hermano.

–No hay que desaprovechar el tiempo entonces pequeño. Recupera el recuerdo de tu último cumpleaños. –Argumentó la sombra una vez más, con su conquistadora voz entre los oídos de Elías.