–Ahora nos pondremos a buscar todo el material que podamos para poder hacer más regalos que la navidad pasada. –Respondieron todos los elfos de los brazaletes blancos quienes salen a buscar todos los materiales hacia afuera del valle.
–Y mientras ellos salen a buscar el material, como no podemos empezar a hacer regalos sin eso tenemos que empezar a limpiar el lugar para tener nuestra área higiénica. –Le decía el ángel Noel al elfo líder que tenía a su lado mientras los demás elfos comenzaron a platicar entre ellos.
–Pero así nos gusta trabajar. –Le dijo el líder de los elfos, Emil al ángel Noel.
– ¡No me puedes decir eso Emil! –respondió el ángel de buena forma mientras lo tocaba de su gorrito.
– ¡¿Y por qué no?! –preguntó sin una mala intensidad el elfo hacia el ángel.
–Nosotros siempre somos unas personas de bien, y los seres celestiales siempre tenemos que estar ordenados para saber dónde tenemos nuestras cosas, –le aconsejaba el ángel nuevamente al elfo de la mejor manera–, además uno se siente más cómodo trabajar en un lugar ordenado que en uno desordenado porque así recuerdas en donde tienes cada objeto con qué trabajar.
–Bueno, en eso si tiene, razón. No lo había pensado de ese modo. –Dijo por un momento el elfo, pero después empezó a hacer berrinches de niño.
– ¿Qué sucede ahora? –preguntó insinuando el ángel Noel con sus brazos cruzados.
– ¡Es que no queremos recoger! ¡¿Pero qué hay que recoger?! –le preguntó el niño elfo con los mismos berrinches y cruzaba sus brazos al mismo tiempo que pisoteaba.
– ¡¿Y todavía lo preguntas?! –le dijo el ángel Noel quien tomó una pizca de polvo en su dedo que pasó sobre la mesa y se lo enseñó al elfo.
–Mira, ¡¿por qué dices que no hay que limpiar?! –se lo mencionó mientras le mostraba el dedo casi en su nariz.
–Pero solo es eso polvo, un bello e inmenso polvo. –Habló el elfo Emil con una voz inocente y una cara de expresión triste.
– ¡¿Sólo eso?! –Mencionó el ángel Noel con una actitud sorprendida por lo que había dicho el elfo.
–Es polvo celestial, polvo del bueno que está en el universo. Recuerde que es polvo de Dios supremo. –Dijo sorprendido el elfo Emil pero después el ángel volteo al elfo hacia todos lados para que mirara mientras le decía.
–Ve –afirmó el ángel Noel–, ¿y todo esto que no es un verdadero desastre? –le dijo el ángel al elfo mientras le apuntaba con el dedo todo el salón.
Al mirar hacia todos lados el elfo se dio cuenta que el ángel Noel en realidad tenía razón por lo que miró.
–No pensé que en verdad íbamos a tener mucho batidero después de tantos días de jugar. –Se lo pensó el elfo Emil con una mirada agachada mientras el ángel hacía que la levantara para que observara en todos lados.
– ¿Qué me puedes decir ante todo esto Emile? –le decía el ángel mientras le mostraba todo a Emile, pues en verdad tenían un desastre los niños celestiales ya que les gustaba jugar y hacer travesuras.
En una de las esquinas del lugar tenían tanta harina tirada ahí que solo se miraba blanco y los costales al lado.
– ¿Y qué?¿Eso que tiene de malo?–Respondía el elfo Emil con una voz y mirada inocente viendo al ángel.
– ¿De dónde consiguieron la harina? –preguntó el ángel con una mirada de sospecha mientras lo tenía de una oreja pero sin jalarle para saber quién los ayudaba a las travesuras.
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EN BUSCA DE LA FE
FantasyDos caminos van "en busca de la fe" para poder llegar a un logro que pueda mantener su existencia. La bondad se ha dado cuenta que la fe está siendo acechada sin saber que la maldad la está absorbiendo paso a paso para conquistar el bien. Un mensaje...