10. María Gracia

3.6K 147 5
                                    

Caleta: Algo poco conocido o secreto

Floro:Meter cuento, decir mucho con el fin de engañar o conseguir algo

Pituco: Persona que tiene dinero y alardea de ello. Pijo,a en España.

Mechar: Pelearse con alguien

 +++

—Wow, Maga ¿qué te pasó? ¿Tuviste insomnio de nuevo? —pregunta Luciana al momento de saludarnos.

—Mis padres pelearon de nuevo —digo seria—no quiero hablar de eso. Háblame de ti —intento hacer una sonrisa.

—Traje base, si quieres te presto para que disimule un poco —ofrece.

—Ok —acepto—cuando entremos al cole, vamos al baño —digo y continuamos caminando.

Al entrar al cole, me siento feliz porque Edward no está por ahí fastidiando. Nos vamos hacia el baño a ponernos base y disimular mis ojeras para que nadie me pregunté lo mismo que Lu me preguntó "¿Qué te pasó?" "¿No dormiste bien?" "Tienes unas ojeras espantosas" odio que digan eso. Luego me preguntan que por qué soy tan amargada.

Entramos al salón y vemos al grupo de chicos en la entrada.

— ¡María Gracia!—grita Mariana. Camino hacia ella y Luciana se va con su novio.

— ¿Qué pasa?—dije intentando sonar casual, pero logré sonar molesta.

—Ay, ¿alguien despertó con el pie izquierdo?

—Derecho, te recuerdo que soy zurda y no quiero hablar de eso, ¿ya? —respondo mientras camino hacia mi sitio y ella me sigue.

—Ok. Bueno, te quería preguntar si el sábado vas a lo de Fernando.

—Obvio —afirmo dejando mis cosas en mi sitio— ¿por qué?

— ¿Vamos juntas? Sabes que vivo cerca a su casa y si quieres te puedes quedar a dormir.

—Ya —respondo inmediatamente. Cualquier oportunidad que tenga de estar lejos de esas peleas las aprovecharé.

— ¿Tus papás te van a dejar?

—No me importa —respondo indiferente y asiente comprendiendo todo.

— ¿Volvieron a pelear?

—Es un infierno. No sé qué estoy pagando —admito. Mariana es la única a la que puedo decirle estas cosas, no sé por qué la verdad, pero a ella le tengo mucho más confianza que a Luciana.

—Yo tampoco, pero sé que ya va a acabar.

—Eso espero. No es justo, ¿sabes? No sé cómo no piensan en nosotros. Al menos deberían hacerlo más caleta —ella se encoge de hombros.

—Deja de pensar en eso, ¿sí? Ahora nos toca Comunicación, así que prométeme que te vas a concentrar —pide y la miro— Por favor —insiste y suspiro.

—Trataré.

—Promételo.

—Lo prometo —digo dudosa.

—Ok, no sabes cuánto te quiero —salta de alegría y me abraza. En ese momento suena el timbre que indica que son las 7:45 de la mañana.

—Chicos vayan yendo cada uno a sus sitios, por favor —dice la miss mientras busca algo en la computadora.

—Hablamos en el recreo, ¿ya? —bajo la cabeza— No te me caigas —dice mientras toma mi barbilla para mirarla—Promételo —pide.

—Sólo quieres que te prometa cosas, no me parece —respondo como una niña.

Eres solo mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora