Entonces ahí estaba yo, yendo con Maga a su casa, estaremos solos cosa que supuestamente no debería ser ya que pondría "incómoda la situación" según Ana, pero María Gracia insistió tanto y obviamente yo quería, entonces se da.
En el trascurso del cole a su casa nos encontramos con todo tipo de comentarios y miradas, en especial la de Fernando. Cuando me vio con ella me hizo esa mirada de que "me está vigilando" y le respondí con la mirada que esté tranquilo.
Cuando llegamos a su casa, entramos y ella saluda a su madre.
—Mamá ya llegué —dijo mientras quitaba la llave de la puerta.
Se escuchan unos pasos llegar desde adentro.
—Hija —dice y luego me ve—no avisaste que venían visitas.
—Ah bueno, pero ya lo conoces.
—Claro, pero tienes que avisarme, no he cocinado para él.
—Ya, yo le hago algo, no te preocupes.
—María Gracia, no puedes hacer las cosas que se te den la gana, aún estás en el colegio, qué son esas cosas de traer a tu enamorado sin avisar. ¿Creías que no iba a estar?
—Mamá, tranquilízate —dice ella calmada—simplemente se me pasó avisar. Como nunca están pendientes de mí, se me pasó.
—Bueno, eso no puede volver a pasar, si vas a traer a alguien me vas a avisar. Y ni se te ocurra estar encerrados en tu cuarto.
—Ay mamá no jodas —dice mientras va a su cuarto— Gabriel ven—me dice y la sigo.
—Con su permiso —digo palteado.
—Es sin mi permiso —dice la señora indignada.
—Disculpa a mi madre. Te dije que sería así ahora ya que no tiene a mi padre para mandarle —deja sus cosas en su escritorio y yo dejo mi mochila al lado de la puerta.
—Mm sí, no te preocupes, pero piensa que somos novios.
—Ya no le tengo confianza para contarle mis cosas a mi madre, Gabriel. Y prefiero que piense eso a que piense otra cosa.
— ¿Qué otra cosa podría pensar?
—No sé, pero si no te gusta que piense eso le digo ahora que no eres mi enamorado y ya —dice incómoda y la miro unos segundos
—No, está bien.
—Bueno, ¿tienes hambre? —dice mientras vamos a la cocina.
—No, más bien ya comí, mi mamá ahora me va a mandar almuerzo porque sabe que puedo salir después del cole.
—Oh, qué precavida —dice sonriente— y ¿cómo está? Hace tiempo no la veo.
—Extrañándote —me río y ella se sorprende—o sea desde ese día que mi papá te habló feo no te ve y como que quería conocerte más.
—Bueno, esa no será la última vez en tu casa —dice con una sonrisa cómplice y yo sonrío—digo, aún tenemos que terminar el trabajo de cívica.
Borro la sonrisa de mi rostro—Oh, claro, sí el trabajo.
Maga pone su plato de Macarrones en el microondas y le pone un minuto.
—Dime, cuéntame, ¿qué has hecho en las vacaciones?
Respiro hondo y boto el aire de manera brusca —Pues nada, estuve viendo series en netflix.
— ¿Cuáles?—pregunta curiosa mientras se sienta en la mesa. La miro unos segundos y luego me siento a su lado.
— ¿Me prometes que no te vas a reír?—digo y ella se ríe.
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Eres solo mía.
Romance-Ahora eres mía -digo mientras la abrazo por la cintura. - ¿Disculpa?-dice sonriente. -Ahora eres mi novia -digo en voz alta. Es tan hermoso poder decirlo al fin-eres mi señorita enamorada -se ríe y me acerco más a ella-eres sólo mía -digo por ú...