*cabro: chicos amanerados, afeminados.
+++
Una de las cosas por las que quería quedarme en un lugar por un largo tiempo era encontrar el amor. Llego a Lima y veo a todo tipo de chicas: altas, bajas, rubias, morenas, blancas, mestizas, ojos azules, verdes, marrones... pero cruzarme con María Gracia ha sido algo diferente, es obvio porque ella es alguien diferente y en el tiempo que voy conociéndola, es única y a mí me encantan las chicas con personalidad y seguras de sí mismas. Ella es así y me gusta así. Y ahora pensar que estoy cerquita a besar a la flaca que me mueve el piso, es realmente emocionante.
Maga gira la botella.
Por favor, que me toque con ella.
Que cabro suenas Gabriel, dice mi subconsciente.
Sh.
La botella va parando lentamente hasta que la tapa cae en mí y la otra parte en María Gracia. Sí que existe el Cielo.
—Muy bien, el beso que tienen que hacer es el siguiente —dice Renato y nos muestra el video en el que sale el beso de una de esas películas románticas, que obvio no veo, pero se me hace conocida.
Maga y yo nos paramos y nos miramos. Dios, es un maldito reto pero lo tengo que aprovechar. Sin pensarlo dos veces me acerco a ella, la tomo de la nuca y la beso. Esto es realmente glorioso. Nuestros labios siguen en sincronía y yo bajo mis manos para seguir lo del video y enrollar sus piernas en mi cintura. Abro mi boca para que ella pueda entrar en mí y acto seguido enredamos nuestras lenguas. Esto es el mismo Cielo.
A lo lejos escucho que alguien aplaude paulatinamente y Maga se separa un poco y junta nuestras frentes. Yo la miro y me parece ver un pequeño brillo en sus ojos, pero no veo claro por el mechón de pelo que se asoma en su cara. Lo pongo detrás de su oreja y puedo contemplar aquel brillo. Es hermosa. La beso por última vez —ya que no sé cuándo será la próxima vez que la bese— y la bajo.
—Qué impresionante actuación —dice el estúpido de Eduardo.
—No fue actuación —respondemos Maga y yo al mismo tiempo, la miro y ella se va de la sala al balcón. ¿Estará bien?
— ¿Qué pasa bro?—se acerca Rodrigo.
—Acabo de besar a María Gracia, ¿no viste?
—Sí vi eso. Me refiero a qué pasó contigo, con ella, ¿por qué se fue?
—No lo sé, la verdad es lo que quiero saber ahora.
—Averígualo, aunque no creo que sea bueno —dice mi mejor amigo. Boto el aire que retenido y voy.
La veo apoyada en la baranda hablando con Mariana.
— ¿María Gracia?—llamo y ambas voltean a mirarme.
—Los dejo solos —dice Mariana y se va.
— ¿Qué pasó?—pregunta ella.
—No sé, te fuiste así y pensé que había hecho algo.
—Sí, me besaste —responde cortante y me río.
—No me refiero a eso —respondo, pero luego una duda se formula en mi cabeza—. ¿Te molestó eso? —pregunto y se ríe.
—Gabriel, me... no me molestó.
—Entonces... —me acerco más a ella.
—Es... es... —me acerco más y acaricio su mejilla.

ESTÁS LEYENDO
Eres solo mía.
Romance-Ahora eres mía -digo mientras la abrazo por la cintura. - ¿Disculpa?-dice sonriente. -Ahora eres mi novia -digo en voz alta. Es tan hermoso poder decirlo al fin-eres mi señorita enamorada -se ríe y me acerco más a ella-eres sólo mía -digo por ú...