Eres solo mía.

1. Gabriel

*combi: Vehículo mayor que un coche para el transporte de personas, medio de transporte.

Esta historia contiene jergas peruanas o palabras en las que en este país tiene otro significado. Si es que no entiendes alguna palabra házmelo saber ;)

Pd: leer la nota de abajo.

+++

La alarma suena. 6:30 de la mañana.

Otro maldito primer día de clases.

El último primer día de clases.

Al fin voy a poder terminar un año completo. En estos últimos cinco años hemos estado viajando dentro del país con toda mi familia —papá, mamá y mi hermana mayor— por dos razones: la primera, por el trabajo de mi padre; y la segunda, porque mi mamá es lo suficientemente insegura como para seguirlo por todo el país, aunque ella lo niegue. Mi papá trabaja como Gerente de calidad, es ingeniero mecánico-eléctrico y por ende viajaba cada cierto tiempo. Pero uno dirá ¿por qué carajos el hijo debe viajar con el padre?

Si hubiera sido mi decisión, hubiera decidido quedarme en Lima, pero no. Mi madre, como confía demasiado en mi padre, decidió que viajaríamos todos juntos. Y así fue como conocí el 30% del Perú, en parte fue lindo porque conocí nuevas culturas, pero lo malo es que nos mudábamos cada tres o seis meses y eso perjudicaba mis estudios y mi vida. Prácticamente no hacía amigos porque sabía que me tenía que ir.

Y bueno, ahora estoy finalmente en Lima —después de haber pasado por Pucallpa, Trujillo, Arequipa, Tacna, Cuzco, Tarapoto, Piura, Tumbes, Iquitos, Ica y Cerro de Pasco—luego de que mi madre y mi hermana lograran convencer a mi padre para que hable con su jefe para que podamos quedarnos en Lima, le manda una carta y este, de buen corazón, aceptó que volvamos y nos quedaremos por un largo tiempo. ¡Al fin!

Ahora que estoy en quinto de secundaria —último año en el colegio—, mis padres decidieron matricularme en un colegio católico para "reforzar" algunas cosas, no sé cuáles exactamente, pero va a ser bueno o al menos me aseguraré que lo sea. Al fin podré formar amistades largas y por fin puedo enamorarme sin temor de dejar a la chica por tener que viajar. Tampoco es que me llame tanto y que sea lo más importante, pero es que en este último tiempo no he mantenido una relación larga ni seria; y, después de haber pasado por tanto, creo que es tiempo de buscar algo de verdad.

— ¡Ah!—me quejo. Me acabo de cortar con la rasuradora. Lo único malo de entrar a este colegio, es que tengo que rasurarme. No me gusta rasurarme, hasta le hice estilo a mi cara que me hace parecer más adulto, pero todo desaparece ahora.

— ¡Gabriel!—grita mi madre— ¡apúrate que tu padre te va a dejar!—avisa.

Sí, mi padre me va a llevar, pero sólo porque su trabajo está cerca, por lo tanto, no me recogerá y tendré que regresar en combi.

Lo malo de vivir en Lima es el tráfico, aunque es parecido al de Trujillo acá hay mayor cantidad de personas, es la capital después de todo. Hay muchos carros y eso genera tumulto, y precisamente a esta hora es cuando la gente sale para trabajar o estudiar, como yo.

Espero no llegar tarde en mi primer día. El último, después de todo.

Me dirijo a la cocina con mi mochila y me siento al lado de mi mamá para tomar mi desayuno. Hoy me ha hecho leche y un pan con tortilla.

—Te puse en la lonchera pan con huevo revuelto y hot dog —dice acariciando mi cabeza.

—Gracias ma'

—De nada hijo.

—Muy bien —escucho la voz potente de mi padre— vámonos, Fernando—dice.