38. María Gracia

1.3K 70 3
                                    

Lo extraño.

Sí, irónico ¿no?

Ustedes dirán: ¿por qué no simplemente le dices que sí quieres estar con él?

Pero tendrán que entender que no es fácil para mí por todo lo que he pasado.

Quiero estar segura de que Gabriel me quiere en serio y lo que haré será tratarlo como mi amigo para también estar segura de lo que siento. Porque lo que quiero es encontrar al amor de mi vida, al "amor verdadero". Dicen que uno encuentra su amor a los 16 años. Yo tengo 16 años pero no significa que sepa qué es el amor.

Y pues, aquí estoy. En la pedida de Rodrigo a Mariana. En el Olivar. A pocos metros de Gabriel. Está usando una camisa color vino remangada hasta los codos con el cuello abierto. Debo admitir que se ve demasiado sexy.

— Chicos, ¿qué planes para ahora?—pregunta Fercho cuando se acerca con Lu.

No les pude contar a mis amigos lo que pasó, solo a Mariana.

—Am... no sé, ninguno supongo —dice Gabriel mirándome dudoso.

Fernando pasa de mirarlo a mirarme.

—Yo tengo que llegar a mi casa rápido.

— ¿Desde cuándo Maga?—pregunta Fercho con una sonrisa que ciertamente transmite que no me cree.

—Desde hoy —digo seria.

—Bueno, pensábamos ir al Bembos y preguntábamos si querían unirse.

—Sí pues, hay que salir los cuatro, cada uno con su pareja —dice Lu sonriente.

Si supieras...

—Yo realmente no puedo —digo para zafarme del plan—no sé Gabriel —digo y lo miro.

—Yo, bueno, no estoy para ser guitarrista —admite y me río—yo también me quito.

—Chicos, simplemente digan que quieren estar solos y punto —dice Fernando fastidiando.

Gabriel y yo abrimos la boca para decir algo, pero inmediatamente la cerramos al no saber qué decir.

—Vayan con Dios y no hagan travesuras —dice mientras se van y me guiña el ojo.

— ¿Vamos?—pregunta Gabriel.

— ¿A dónde?—pregunto sin mirarlo directamente.

—A nuestras casas. O te quieres quedar.

—Ah... no, sí vamos —digo algo incómoda mientras caminamos por la "Laguna de los novios" y vemos a varias parejas sentadas y caminando de la mano.

Aj, romanticismo.

Así estabas tú hace unos días, habla mi subconsciente.

Ssh.

— ¿Maga?—llama Gabriel.

— ¿Sí?

—No te quiero presionar y tampoco quiero parecer desesperado —creo que ya sé por dónde va— pero ¿pensaste lo que te pregunté?

Tenía que verlo venir...

—La verdad sí —admito—y realmente necesito un tiempo. No quiero empezar una rela sin haber superado la otra, ¿entiendes?

—Sí, perfectamente —dice bajo— ¿sabes cuánto tiempo?

Sonrío, yo también lo extraño.

—No sé en realidad, pero quiero estar segura.

Ni una palabra más, solo caminamos. Uno al lado del otro.

Eres solo mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora