-¿Nerviosa?- se oía la voz de Jason haciendo eco en el amplio pasillo de la universidad. Ya había transcurrido una semana desde que caí enferma; por fortuna no estaba equivocada cuando decía que solo era un simple resfriado. No me agradaba la idea de perderme más clases y, cuando volviera, no entender nada. En estos momentos, nos encontrábamos aguardando, fuera del salón, a que el profesor finalizara de calificar nuestros exámenes que, para fortuna de ambos, pudimos realizar sin ningún castigo por parte del profesor por ausentarnos hace siete días.
-Ni un poco- contesté muy segura de mí misma, había estado estudiando toda la semana. Al parecer Jason hizo lo mismo ya que se encontraba muy relajado- estoy segura de que sacaré diez.
-Cuidado con lo que dices Hazon- me advirtió, odiaba que me llamara por mi apellido- puede que te tome la palabra.
-¿A qué te refieres?- quise saber.
-Me refiero a que si estás tan segura de que sacarás diez no te molestará apostar algo- me miraba con malicia.
-¿Apostar?- repetí confundida- no, gracias. Te conozco Jason, y conozco todos tus trucos.
-No hay ningún truco- decía a la vez que alzaba sus manos en símbolo de inocencia- solo estoy aburrido y quiero que seas más suelta.
-¿Más suelta?- esto de repetir las cosas ya parecía costumbre- ni siquiera me conoces ¿Qué sabrás Tú de mí?
-Oh conozco mucho acerca de ti- contestó mientras me acorralaba contra los casilleros-y sé que no eres lo suficientemente suelta como aceptar una pequeña apuesta.
-El que tenga la calificación más baja le pagará al otro el almuerzo- contesté rápido y sin detenerme a pensarlo. Mierda. Quería aparentar que no me afectaba su cercanía.
-Me parece que estás confundida, cariño; verás- comentaba como si hablara del clima mientras me miraba a los ojos- generalmente en una apuesta Tú eliges lo que quieres apostar y yo elijo algo diferente que a mí me beneficie- se detuvo para posar, un segundo, su vista en mis labios; para luego volver a mis ojos y continuar- y te aseguro que un almuerzo gratis no es lo que quiero- se acercó peligrosamente hacia mi rostro haciendo que, por acto reflejo, cerrara los ojos- tengo varias ideas para apostar- mierda. Jason estaba muy cerca. Mi cerebro parecía haberse echado a correr por toda mi cabeza gritando "alerta" y "aborten la misión". Era demasiado para Él; parece que lo hubieran reemplazado, ya que otra parte habló en su lugar.
-¿Q qué quieres?- pregunté insegura ¿Por qué causaba todo esto en mí? ¿Por qué Él?
La respuesta no vino de inmediato ni de la manera que yo esperaba, ya que pude sentir cómo se acercaba lentamente a mis labios. Su respiración tranquila chocaba con la mía completamente diferente, que salía en pequeños y profundos tramos. Sentía que mi corazón se saldría en cualquier momento de mi caja torácica.
-Un beso-oí.
Si mi respiración antes estaba algo agitada ahora era nula. No podía respirar. Algo en mí se convirtió en gelatina y se mezcló con emoción ¿Jason Blace acaba de decir que quiere un beso mío? Pero, eso quería decir que le gustaba ¿cierto? Mi corazón saltaba de felicidad al pensar que podía haber una pequeña posibilidad de que mis sentimientos fueran correspondidos.
-¿U un beso?- pregunté con temor de haber oído mal.
Jason se limitó a acercarse aún más hasta que nuestros labios estuvieran a unos milímetros de entrar en contacto- si quieres puedes dármelo ahora y quedará saldada la apuesta.
En verdad quería. Quería besar esos labios tan tentadores con los que, hacia ya varias noches, había soñado. Peter tenía razón, me estaba enamorando de Jason. No sabía si alegrarme o romper a llorar. Sí, me había enamorado, era mi primer amor; pero por otro lado estaba el hecho de que no estaba segura si Jason sentía lo mismo. Era tan frustrante.
Mi padre me enseñó que nada es de color rosa, en este caso se aplicaría en que Jason solo se esté burlando de mí. Si así fuera no dejaría que haga esto. Con mucha fuerza de voluntad lo separé de mí, empujando su pecho.
-Si eso es lo que quieres- comencé a decir, no muy segura de a dónde quería llevar la conversación; pero tenía algo claro: Él no jugaría conmigo- tendrás que sacar diez. Si es que yo no lo saque.
Una sonrisa socarrona por parte de Jason me confirmó que teníamos un trato.
-Hazon, Blace; sus exámenes- se escuchó a un lado nuestro, el profesor tenía el brazo extendido con nuestras calificaciones en la mano.
Ambos no tardamos ni dos segundos en tomarlas y mirarlas.
Un bufido y una ligera risa fueron lo único que se oyó en el corredor.
Notas de Autora:
Holaaaaaaaaaaaaaaa!! ¿Cómo les va? Yo estoy MUY emocionada!!!!
Llegamos a 1,1k (mil cien) visualizaciones!
En verdad muchísimas gracias a la gente que comenta, vota y comparte!
Lo sé, lo sé. Es muy corto el capítulo.
Peeeeeeeeeeeeeero
En unos días haré un especial para agradecerles todo. Es solo que no quería dejarlos sin actualización tanto tiempo. Y también lamento el haberlo dejado en la parte más interesante. Si alguien quiere reclamar lo hará con mi amiga Candela que me dio la brillante idea xD
Nuevamente agradezco que me acompañen en este pequeño proyecto.
¡Si comentan, votan y comparten se agradece!
Muchas gracias y nos vemos en unos días.
Maia
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Just a Boy
RomanceEn realidad el problema no radica en lo bonito de sus ojos. Más bien en lo expresivo de su mirada. Y vaya que sus ojos son hermosos.