Ya habían transcurrido dos semanas desde el tormentoso ensayo con Jason. En estos catorce días no lo he visto, ni siquiera ha venido a la universidad, lo que me extraña demasiado ya que es un gran estudiante aunque no lo aparente. ¿Le habrá sucedido algo? ¿Por qué me preocupo tanto por Él? Esa es la pregunta que me he estado haciendo durante toda esta quincena que ha transcurrido. Me he dado cuenta de la gran diferencia que existe entre los momentos que estoy con Jason y los momentos que estoy sola. Es cierto que es desesperante, engreído e irritante.
Pero... hay algo en Él... no es como cualquier chico.
Si no fuera tan insoportable y yo tan orgullosa podríamos haber sido amigos. O quizás algo más. Pero... ¿A quién engaño? Estoy a años luz de Él. Había muchas chicas mejores que yo como para que se fije en mí. Tengo que aceptarlo, sólo ha estado jugando conmigo para molestarme.
Me levanté de la cama y me ubiqué frente a mi espejo. No era muy delgada pero tampoco sobrepasaba mi peso. Podríamos decir que era de la categoría normal. Siempre me ha gustado mi cabello lacio castaño, es lo que más me gusta de mi cuerpo. Luego seguían mis ojos, también marrones. De pequeña se escondían detrás de unos feos lentes, pero eso cambió hace algunos años siendo reemplazados por unos lentes de contacto a causa de mis compañeros de la secundaria que solo por el hecho de ser diferente en este aspecto ya les parecía un acto de burla.
Ese fue uno de los motivos por el cual cambiaba constantemente de escuela. El otro fue el amor por la lectura. Desde muy joven fui el blanco de burlas de mis compañeros por leer libros en clases o hasta en los recreos u horas libres que teníamos cuando se ausentaba un profesor.
También recuerdo que en los últimos dos años de secundaria los chicos criticaban mi estatura. Yo no creo que fuera para tanto. Un metro con sesenta centímetros me parece normal. Quizás ellos no lo veían así. No lo sé. Tampoco es que quiera volver a los amargos recuerdos de mi pasado como estudiante de secundaria. Pero al verme al espejo me di cuenta de que nunca llegaría a ser lo que Jason querría en una chica. Ni siquiera sé por qué me habla. Oh cierto, somos compañeros en todos los trabajos. Así que se podría decir que me hablaba por obligación y ya que estaba me molestaba. Genial Hazon ¿No te pudo haber gustado otra persona más imposible?
Junté mis cosas para ir a la Universidad, hoy era viernes y era el día más ligero que teníamos los estudiantes de primer año. Todos agradecíamos por ello.
Se oyó una bocina fuera del departamento. Ese debió de ser Peter, había veces que me recogía para no tener que caminar catorce cuadras. No me molestaba el hacerlo; pero es cierto que era mejor ir en auto y riendo con mi mejor amigo.
Bajé las escaleras rápidamente con una tostada en la boca, no tuve tanto tiempo para desayunar para mi gusto. Peter había llegado demasiado temprano. Unos... veinte minutos antes de lo habitual. En fin, comería en el auto y solucionado el problema. Espero que haya comprado café, casi siempre lo hace. Genial ahora se me antojaba un Caramel Macchiato de Starbucks, era mi debilidad... y lo sigue siendo.
Más le valiera que lo haya pedido con crema...
Mierda.
No.
NO.
Me atraganté con mi tostada, ahogándome.
¡¿Qué demonios hacía Jason en la puerta de mi departamento?!
-Yo sé que mueres por mí pero no esperaba que fuera tan literal- dijo burlándose.
Intenté componerme como pude. Tranquilízate Hazon, no muestres debilidad frente a Él.
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Just a Boy
RomanceEn realidad el problema no radica en lo bonito de sus ojos. Más bien en lo expresivo de su mirada. Y vaya que sus ojos son hermosos.