Capítulo 8- Aceptación.

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-No sé cómo llegamos a esto.

-Sólo tienes que aferrarte a mi cintura, eso es todo.

-Sigo diciendo que es una locura.

-Oh vamos, no me dirás que tienes miedo ¿verdad?

-¡Claro que tengo miedo! ¡No quiero morir!

-No exageres. No es para tanto.

-Pues me iré caminando. Definitivamente no me subiré a una motocicleta.

-Mi casa está muy lejos. Tardarás mínimo una hora.

Me quedé en silencio por unos momentos. Luego de la discusión de ayer nadie volvió a tocar el tema, cosa que agradezco. Pero ahora ha surgido un nuevo problema ¿Cómo supone que me suba a esa cosa? ¡Ni en un millón de años!

-Si te subes haremos el ensayo a tu manera.

-¿A mi manera?- repetí.

Asintió confirmando que lo que acababa de oír era correcto.

Demonios. La propuesta era demasiado buena como para rechazarla. Si aceptaba significaba subirme a esa máquina infernal. Pero lo más importante: debería subirme y sujetar a Jason por la cintura. Eso se podría definir como una abrazo ¿Cierto? Y lo menos que quería en esos momentos era tener algún contacto con Jason Blace. Suficiente tenía con el mini-infarto de ayer.

Suspiro y me subo detrás de Él al mismo tiempo que abrazo su cintura con fuerza.

-Tranquila, me dejarás sin aire- dice riendo- será divertido, te gustará- encendió el vehículo haciendo un estrenduoso ruido.

-No lo tengo muy claro- dije por lo bajo sujetándome más fuerte de Él- ve despacio, no quiero tener un accidente.

-Como digas- dijo pasándome un casco- póntelo, así te sentirás más segura- esto último lo mencionó a la vez que se colocaba el suyo.

Sin dudar ni un momento introducí mi cabeza en el casco. No tardé ni un segundo en sentir el aroma natural de Jason en dicha protección. Era un olor embriagador, casi asfixiante. Algo así como si estuvieras en el medio del bosque, con aire fresco meciéndose sobre los robles ¿Seguro que era su aroma natural y no una colonia? Me abracé un poco más a Él para comprobarlo. Era tan reconfortante.

Todo esto me hizo replantearme lo que sentía por Jason mientras nos dirigíamos a su casa. Veamos, el chico siempre que veía una oportunidad de sacarme de quicio no dudaba en tomarla. Era tan molesto, odioso, engreído y exasperante. Pero... tenía otro lado. Un lado tan... apasionado ¿Podrá ser cierto que me esté comenzando a gustar Jason Blace? No creo que sea para tanto, es normal que una persona te guste. Cabe resaltar que el chico tiene un cuerpo de infierno. Sería hasta absurdo que no me gustara. Además, no es como si me fuera a enamorar de Él ¿no?

-Ya puedes soltarme- dijo con sorna, sacándome de mis pensamientos.

-¿Ah?- musité confundida ¿Cuándo fue que nos detuvimos? Y lo peor de todo es que seguía aferrada a Él- L- Lo siento- tartamudeé separándome de Jason como si su contacto me quemara mientras un ligero rubor se apoderaba de mis mejillas y apartaba mi vista hacia otro lado. Me detuve en seco- espera un momento- ordené- ¿por qué estamos aquí?- pregunté mirando a mi alrededor, estábamos a dos casas de mi departamento.

-Se que el viajar por primera vez en moto puede desorientarte un poco pero nunca había oído el que pudieras perder la memoria- se burló- estamos en mi casa para ensayar la obra tonta ¿recuerdas?

-¡Eso no, idiota!- refuté molesta- allí- continué señalando mi departamento- vivo yo. ¡Me dijiste que estábamos a una hora de la universidad cuando solo estuvimos a catorce manzanas!

Just a BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora