Hace mucho tiempo que no asistía a un baile de graduación. Más concretamente hace dos años, cuando fue el mío. Era el día de la fiesta de Kate, la prima de Peter y una de mis pocas amigas que había tenido en la secundaria. Es cierto que era mucho más pequeña que yo; debería de tener unos dieciocho años en ese entonces.
Lo más curioso era que conocí a Kate antes que a Peter. Años después lo conocí a Él en la Universidad. Nuestra relación se volvía cada vez más estrecha hasta llegar a ser los mejores amigos.
"Bueno... los mejores amigos hasta ahora"
No pude evitar pensar que lo más probable era que esa noche me encontraría con Peter. Habían pasado un par de días desde que dejó muy claro que nuestra amistad había finalizado. Desde ese momento, no volvió a dirigirme la palabra ni la mirada.
Y luego estaba Jason... no volvimos a tocar el tema. Sí, suena muy estúpido; pero no lo hemos hecho. Deduzco que su repentina sinceridad fue producto del momento y no lo sentía realmente porque... sino ya hubiera dicho algo ¿no? Prefiero no hacerme falsas esperanzas y seguir como estábamos: yo perdidamente enamorada y Él ignorando este hecho.
Había decidido que me tomaría todo el tiempo del mundo para arreglarme. Esto no sucedía muy seguido así que aprovecharía la oportunidad que se me presentaba. Me metí con tranquilidad en la bañera rebosante de espuma tibia y me tomé esos momentos del cálido ambiente como método de relajación y meditación. Ya era rutina usar la hora del baño para reflexionar sobre los hechos significativos que habían sucedido en estos días. Uno en específico fue el antes mencionado en el que incluía a Jason.
Ahora debería de trabajar muy duro para sofocar aquellos sentimientos que había desarrollado por el castaño y no me rendiría hasta lograrlo. Debería hacerlo ¿no? Era lo correcto ¿verdad? ¡Pero se sentía tan bien!
¡Mi mente era un completo desastre!
Fue cuando decidí vestirme y tuve otro momento de pánico al revolver mi armario y no encontrar nada que ponerme.
-Realmente hace tiempo que no salgo... debo de tener un vestido por aquí- me dije, mordiéndome mi labio inferior a la vez que seguía indagando mi ropero.
Finalmente encontré un viejo vestido negro que me llegaba justo por encima de mis rodillas, resaltaba enormemente mi cintura ya que era pegado al cuerpo y tenía un lazo morado a la altura de esta. Para complementar, me coloqué unos tacones que combinaban con la prenda y dejé mi cabello suelto.
Camino a la salida pasé frente al espejo y suspiré antes de volver al baño como si en cada pie tuviera un par de ladrillos, no podía salir sin siquiera un poco de rubor. Mientras buscaba mi empolvado bolso de maquillaje, recordaba las pequeñas charlas que tenía con Peter acerca del valor de la presentación de una mujer y bueno, en realidad comenzaba a estar de acuerdo en que no estaba mal utilizar un poco de maquillaje de vez en cuando. Por eso usé el rubor, ricé mis pestañas, puse brillo en mis labios ¿por qué no? Hasta resalté mis ojos con un poco de delineador.
-Listo, al menos así no pareceré una momia- me miré mejor y mi reflejo me devolvió una media sonrisa, a pesar de que lo había hecho sin ganas, creía que no me veía tan mal.
Entonces me dispuse a salir.
De una cosa estaba segura, me desharía de aquellos problemáticos sentimientos a como diera lugar. No importaba lo mucho que doliera.
OoOoOoOoOoOOoOoOoOoOoOoOoOoO
Había llegado a eso de las nueve y me encontraba sentada en una de las mesas observando a los estudiantes bailar y pasarla bien. Ya había saludado y felicitado a Kate sin poder evitar cruzarme con Peter el cual ni siquiera se molestó en mirarme. Tengo que reconocer que dolió mucho.
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Just a Boy
RomanceEn realidad el problema no radica en lo bonito de sus ojos. Más bien en lo expresivo de su mirada. Y vaya que sus ojos son hermosos.