Advertencia: Este capítulo contiene violencia.
Tengo frío... Tengo mucho frío.
¿Cuánto tiempo había pasado ya?
No tenía idea.
No poseía noción del tiempo. No sabía cuando finalizaba un día y comenzaba otro.
Solo sabía que cada cierto tiempo un hombre me traía un poco de comida y un vaso de agua.
Había bajado de peso considerablemente por la falta de alimento; me sentía muy débil. Temblaba constantemente por el clima helado que se presentaba en la habitación. Ya ni siquiera hacía el intento por levantarme, era inútil. No tenía la suficiente fuerza física ni mental como para hacerlo. Ya me había dado por vencida hace mucho tiempo. Había aceptado que nadie me rescataría; nadie aparecería milagrosamente, como yo esperaba, para sacarme de mi sufrimiento.
Hace mucho tiempo, me había preguntado a mí misma si mis secuestradores me matarían; asustada de la respuesta decidí dejar de lado el tema. Enfocada en reunir esperanzas de que alguien viniera. La policía... Mis padres... Alguien...
Jason...
No había día que no pensara en Él. Imaginaba que abriría la puerta que me mantenía en cautiverio y me cargaría para sacarme de ese horrible lugar.
Pero era solo eso: mi imaginación. No sucedería.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose, dándole paso a mi secuestrador; un hombre alto y robusto, con un semblante sumamente desagradable.
-¿Cómo ha amanecido la niña Hazon?- preguntó, aún sabiendo que no obtendría ninguna respuesta por parte mía- ¿sabes? Es de mala educación no contestarle a tus mayores- decía mientras se sentaba junto a mí y acariciaba mi cabello. Cerré los ojos. Era tan desagradable- y mucho más si tu vida depende de ellos- abrí los ojos rápidamente y giré mi vista hacia Él. Algo frío me tocó el muslo derecho. Posé mi mirada en este y pude ver un cuchillo. Me alarmé e intenté alejarme lo más que pude de Él. Hubiera sido más sencillo si tuviera fuerzas y no me encontrara esposada. Mi pequeño esfuerzo fue todo un fracaso cuando mi secuestrador se colocó sobre mí, tomando fuertemente mis muñecas y ubicándolas por sobre mi cabeza.
Intenté gritar pero no encontraba voz para ello. Mis cuerdas vocales se encontraban muy tensas como para hacerlo. Lo único que podía hacer era moverme lo más fuerte que pudiera, como intento de defensa; aunque esto duró muy poco tiempo por la falta de energía.
Con la otra mano, mi captor me sujetaba del cuello mientras que me olisqueaba como un animal e intentaba separar mis piernas con las suyas para conseguir una posición más dominante. Lágrimas y más lágrimas brotaban de mis ojos. Lo único que lograba musitar eran súplicas para que se detuviera, pero no lo haría. Esto no podía estar pasándome. Yo... yo nunca había tenido relaciones con nadie. Nadie me había tocado nunca de esa forma tan... tan descarada. Me sentía sucia. Cada vez que pasaba su lengua por mi cuello un escalofrío recorrida todo mi cuerpo. Era muy desagradable.
Una alarma de peligro resonó en mi cabeza al sentir la erección de mi secuestrador restregarse descaradamente contra mi entrepierna. La sensación de náuseas se presentó en la boca de mi estómago. Por un momento el tiempo se volvió más lento.
Siempre en las películas se presenta el momento en el que el protagonista ve pasar su vida en un milisegundo cuando está en un gran peligro o a punto de morir. Ahora puedo corroborar que es cierto lo que yo creía que era una simple patraña para agregarle drama al film. Aunque en mi caso fue un poco diferente. Podía ver a mi padre despidiéndose de mí para irse a uno de sus tantos viajes de trabajo. La escena se reemplazó con otra en la que se encontraba mi madre... no es que me llevara del todo bien con ella pero... hemos tenido nuestros momentos. Como cuando fuimos de compras juntas para comprar mi regalo de cumpleaños. No es que fuera el mejor recuerdo, pero era uno importante para mí. Luego apareció Peter jalándome de la muñeca para llegar a tiempo a clases. Yo le reprochaba y culpaba por haberse quedado dormido para luego reírme junto con Él.
Pero al parpadear me encontraba en otro lugar, otro recuerdo. Estaba en la biblioteca donde trabajaba. Podía verme a mí misma colocando libros en los estantes. Alguien chocó conmigo y caí al suelo.
"Podrías fijarte por dónde vas..."
Suspire mientras en mi garganta se formaba un nudo y lágrimas caían por mis mejillas.
Jason...
Otras escenas aparecieron en mi mente. La vez que lo vi nuevamente en la universidad. O cuando estudiábamos en su casa. La vez que acepté que me había enamorado de Jason... también cuando hicimos nuestra pequeña "tregua" de amigos.
Todos los intentos fallidos de besarnos...
La vez que bailamos...
Y también ese día.
El último día que lo vi antes de que me secuestraran. Un dolor en mi pecho no me dejaba respirar. Estaba ahogándome. Era tan agobiante. No volvería a ver a Jason, ni a todas las personas que habían pasado por mi cabeza. Podía sentir como era arrastrada a la realidad por una fuerza inexplicable. Volvía a la conciencia en donde era forzada contra mi voluntad. Pero ahora estaba segura de mis palabras.
-M... Mátame...- susurré. Si este era el fin, prefería que fuera rápido y sin dolor. Por lo que podía ver, a mi abusador le importaba poco matarme. Violarme y después matarme, era un orden que se podía cambiar. Muy alentador. Grandes cortadas podía divisar en mis brazos mientras Él seguía en su trabajo de desnudarme. Aún seguía con el short puesto. Eso me aliviaba un poco. Aún no había perdido mi inocencia.
Pegué un grito cuando clavó sus dientes en mi cuello. Genial. Otro lugar de donde brotaba sangre. Si no me asesinaba, era evidente que moriría desangrada.
Pero a estas alturas ya deseaba que la muerte tomara mi mano para no tener que sufrir más esta tortura.
Notas de Autora:
Hey!!! ¿Cómo les va?
Si, lo sé. Lo sé. Esto va de mal en peor. Pero DEBEN creerme cuando digo que todo esto es MUY necesario. Pronto se darán cuenta del por qué.
Un gran saludo a todos. Ya casi somos DOS MIL. No me lo creo.
Gracias a todos los que me apoyan en este proyecto que pasó de ser una simple prueba a algo que me apasiona y quiero sacar el mayor provecho de esta experiencia.
Recuerden que si votan, comparten y comentan se agradece. Esto me motiva a publicar con más frecuencia.
Nos vemos en el próximo capítulo!
Maia.
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Just a Boy
RomantizmEn realidad el problema no radica en lo bonito de sus ojos. Más bien en lo expresivo de su mirada. Y vaya que sus ojos son hermosos.