Looking For An Adventure

Capítulo 33: Go! Luna go!

-Esta mierda no sirve Holly!- grito Luna mirando la espada de la verdad la cual estaba doblada por la mitad.

-Es el león de Nemea Luna, su piel es indestructible- le dijo Holly mientras jugaba distraídamente con sus manos, el gigantesco león salto sobre Luna con la boca abierta lista para tragársela entera pero la pelinegra lo esquivo.

-Y cómo lo mató entonces?!-le volvió a gritar con enojo.

-Hércules mató al león con sus propias manos y luego uso sus garras para quitarle la piel- le dijo acostándose boca abajo sobre una piedra que había en la cueva, Luna bufo con fastidio y miró al león inclinándose hacia delante colocando sus manos delante de ella lista para recibirlo.

-Qué esperas gatito- le dijo y el león rugió para luego correr hacia la pelinegra la cual salto hacia un lado haciendo que el animal se diera la cabeza de lleno contra una piedra quedando atontado, sólo vasto un golpe de Luna con su superfuerza para noquearlo y dejarlo tirado en el suelo, Holly paso caminando junto a su amiga y le palmeo el musculoso y bronceado hombro.

-Buen trabajo Hércules- le dijo con una sonrisa mientras cortaba las garras del león y comenzaba a quitarle la piel con ellas.

-Cuántos más quedan?- preguntó recuperando el aire mientras se apoyaba en la piedra detrás de ella, Luna era Hércules y Holly su guía por lo tanto ella tendría que hacer todo.

-Son doce trabajos, te quedan once- respondió con tranquilidad mientras guardaba un gran pedazo de la impenetrable piel del león en su morral, Luna bufo y salieron de la cueva.

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-Holly!- le grito Luna mientras golpeaba a una de las siete cabezas de la Hidra de Lerna que intentaba atacarla, ya era la segunda vez que se enfrentaba a ese monstruo y ya comenzaba a hartarse.

-Ya voy, ya voy- dijo mientras calentaba la espada de Mulan en el fuego, cuando esta ya estuvo al rojo vivo se la paso a su amiga, Luna con gran agilidad le corto las cabezas cauterizando las heridas en el proceso evitando así que se regeneraran, luego utilizó todas sus fuerzas para empujar una gran roca la cual aplastó a la bestia impidiendo que esta volviera a la vida.

-Qué sigue?- preguntó apoyándose en sus rodillas para recuperar el aliento.

-El jabalí de Erimanto- respondió Holly con una sonrisa y Luna suspiro con cansancio.

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-Podrías ayudarme?!- le grito mientras corría montaña arriba siendo perseguida por un gigantesco jabalí de enormes colmillos el cual estaba furioso.

-Lo siento, sólo Hércules puede terminar los trabajos o sino el portal no se abrirá y nos quedaremos aquí!- le grito Holly con indiferencia en respuesta mientras se limaba las uñas, Luna salto sobre el lomo del cansado jabalí y ató sus patas con la cadena que Atenea le había dado minutos antes -Hey!- dijo la rubia cuando su amiga le quitó la lima y se la partió con enojo en la cara, tenía el cuerpo lleno de hojas y moretones.

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-Estas bromeando- dijo Luna mirando con asco el inmenso establo frente a ella.

-Nop, el quinto trabajo de Hércules, limpiar los establos de Augias- informo la rubia parándose a su lado poniendo una mano en su hombro -Suerte- Holly le dio una pala y miró con asco el mugriento establo.

-Y tú a dónde vas?- pregunto con el ceño fruncido.

-Al pueblo, voy a comprar algo para leer- le dijo con una sonrisa -Nos vemos cuando termines- Luna bufo.

La pelinegra encausó dos ríos que dirigió hacia el establo, en los que previamente hizo dos boquetes; uno por el costado por el cual entró el agua del rio y otro en el lado opuesto que sirvió para drenar el agua. En poco tiempo los establos de Augias estuvieron limpios.

-Increíble- dijo Holly y Luna sonrió con suficiencia.

-Gracias- dijo pero cuando se dio la vuelta vio que Holly tenía metida la cabeza dentro de una revista antigua y que no le había prestado atención.

-Qué?- la rubia miró a su amiga la cual tenía el ya habitual ceño fruncido con enojo -Te han quedado bien los establos- le sonrió y Luna volvió a bufar -Si sigues así te empezare a llamar Toro- Luna levantó la pala amenazadoramente y Holly la miró con horror.

-Corre- le advirtió y la rubia no lo pensó dos veces.

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-Y ahora?- preguntó Luna quitando su espada de una de las cabezas del gigantesco perro de dos cabezas, hermano del can Cerbero.

-El décimo trabajo dice que tienes que matar a Gerion y robarle sus bueyes- le dijo la enciclopedia andante con indiferencia mientras leía su revista de la época -Puedes creer que Aquiles le dijo que no a la princesa Tera?- Luna rodó los ojos.

-Deja de leer la sección de chismes y ayúdame! Quien es ese idiota de Gerion?- un rugido la hizo darse la vuelta encontrándose cara a cara con un gigante de tres cuerpos unidos por el vientre -Estupendo- susurro levantando su espada lista para pelear, de nuevo.

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-Perro malo!- le grito al can Cerbero cuando este intento clavarle sus enormes dientes, la gigantesca vestía de tres cabezas con forma de perro tenía en la cola una serpiente y custodiaba la puerta del infierno.

-Tú puedes!- le grito Holly la cual observaba el combate sentada en una piedra mientras bebía vino del santo grial y agitaba un banderín que decía "Go! Luna, Go!".

-Cierra la boca- le dijo mientras tomaba de la cola al perro y lo hacía girar en el aire, haciendo uso de su mega fuerza, para luego soltarlo haciendo que se desmaya al golpearse contra una piedra.

-Qué carácter- le dijo en susurros Holly mientras le pasaba una gran correa hecha de fuertes cadenas para el perro.

Luna le puso la cadena alrededor del cuello y juntas marcharon hacia el palacio donde el rey Euristeo los recibió de mala gana ya que este le había encomendado a Hércules todas esas tareas imposibles para que muriera intentando realizarlas.

-Eres libre- le dijo el rey con fastidio al tener que dejarlo ir y Luna sonrió con alivio al ver el portal abrirse, tenía tanto sueño que podría dormir una semana entera.

-Es una pena, me divertía tanto viéndote sudar- le dijo Holly con una sonrisa y Luna levantó su puño de manera amenazante.

-Quieres que te deje el otro ojo morado?- preguntó y la rubia se llevó la mano al ojo derecho el cual estaba morado, por el golpe que le había dado cuando estaban en el cuento de la bella durmiente, Luna río y salto al portal mientras Holly susurraba maldiciones y luego saltaba dentro también.