Looking For An Adventure

Capítulo 24: Una sherlock de lo sobrenatural

-Ouch- dijo Holly levantándose y mirando alrededor, el portal las había escupido en el medio de una plaza de cemento -Estás bien?- le pregunto a la pelinegra mientras la ayudaba a incorporarse.

-Sí, malditos portales- susurro -Dónde estamos?- preguntó y Holly se encogió de hombros.

-No tengo ni idea pero me muero de hambre, así que vallamos a la cantina- le dijo y arrastró a su amiga al interior de la destartalada cantina.

Luna se sentó en una de las mesas y esperó a que Holly volviera con la comida y la bebida, un hombre sentado en la otra punta llamó su atención, sentía que lo conocía pero no podía identificar de dónde.

-Adivina que?- dijo Holly sentándose frente a Luna la cual quitó la vista del misterioso hombre para mirarla -Estamos en Transilvania de nuevo!- Luna tomó su cerveza y la miró con la cabeza ladeada.

-La primera vez que estuvimos aquí no te fue muy bien, recuerdas? Querían matarte- le dijo y la rubia rodó los ojos.

-Pero no lo hicieron así que ahora puedo disfrutar, además, creó que ya sé que cuento es- dijo con una media sonrisa bebiendo su cerveza.

-Déjame adivinar, Frankenstein ya está, asi que tiene que ser Drácula y si no es él es el hombre lobo- dijo levantando una ceja y la rubia sonrió con entusiasmo -Qué tienes con este horrible pueblo Holly? Sus historias son espantosas! Un saqueador de tumbas que quiere jugar a ser dios, un hombre que les drena la sangre a las personas con estilo y un perro rabioso, no le veo el atractivo-

-Son clásicos Luna! Por dios!- dijo Holly abriendo los ojos mirando sin poder creer lo que su amiga había dicho.

-Tiene que haber más, por qué estás tan feliz?- preguntó con los ojos entornados y Holly comenzó a golpetear con los dedos la mesa -Holly- dijo con más ímpetu y la rubia desvío la mirada distraídamente.

-Escuche a unos hombres hablar sobre un barco que zarpara hoy en la noche hacia Inglaterra y...-

-Y estás pensando en tomarlo para poder ir con Killian- dijo soltando un suspiro mientras se reclinaba en la silla, Holly la miró.

-No tenemos que irnos sabes, tu podrías quedarte en Inglaterra y yo te visitaría, podríamos...-

-Detente- la freno Luna frunciendo el ceño y Holly se mordió el labio mirándose las manos -Ya te lo he dicho Holly, no pienso quedarme aquí- la rubia asintió y Luna desvío su mirada de nuevo hacia el extraño, pero este no se encontraba más en su lugar -Vamos, creó que encontré a nuestro lobo- le dijo parándose, Holly le arrojó unas monedas al dueño de la cantina y siguió a su amiga.

Siguieron al hombre hasta una posada donde aguardaron hasta el anochecer y cuando ya estaban por marcharse el hombre vestido de cuero negro y con un gran sombrero salió en dirección al bosque.

-Creó saber quién es- dijo Holly mientras lo seguían -Él debe de ser...- se quedó callada al ver que había desaparecido.

-Mierda- dijo Luna mirando alrededor, el bosque estaba demasiado oscuro, una flecha surco el aire y se clavó en un árbol a la altura de la cabeza de ambas.

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-Tienen dos minutos para decirme quienes son y porque me están siguiendo- dijo Van Helsing apuntando con su ballesta a ambas jóvenes, llevaban ropa de cuero negra como la de él y una espada cada una, la rubia tenía un morral colgado en el hombro.

-Soy Luna y ella es Holly, venimos a ayudarte- contestó la pelinegra y Van les dedicó una media sonrisa.

-No necesitó ayuda, estoy bien solo- dijo bajando su ballesta -A menos que quieras venir y acompañarme en mi habitación- Luna frunció el ceño furiosa y Holly levantó una ceja mirando a su amiga con una burlona sonrisa para luego mirar a Van.

-Qué no necesitas ayuda?- le pregunto y Van la miró -Dado que tienes un terrible olor a alcohol y que tienes la pierna izquierda lastimada, por lo cual rengueas creó que te vendría bien un poco de ayuda- el pelinegro levantó la cabeza mirando a la chica con curiosidad.

-Qué más sabes?-la rubia sonrió dando un paso al frente.

-Sé que eres Van Helsing y ya que llevas una ballesta con punta de plata deduzco que estas tras un hombre lobo, por lo tanto vuelvo a decir que nos necesitas. Con nuestro olor podremos confundirlo y además, somos más rápidas que tú, ya que ahora estas herido- respondió con una sonrisa de superioridad y Luna miró el suelo para ocultar su sonrisa, su amiga era una Sherlock de lo sobrenatural.

-Muy bien- Van se puso la ballesta sobre el hombro -Pero si algo les pasa no me hare cargo de ustedes- ambas asintieron y comenzaron a cazar al hombre lobo.

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-Crees que nuestras espadas funcionen?- preguntó Luna mientras caminaban solas por el bosque y de repente el gigantesco hombre lobo blanco apareció frente a ellas soltando baba mostrando sus afilados dientes caninos.

-Ya lo averiguaremos- le susurro Holly desenfundando su espada y Luna la imitó.

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Van veía todo desde su escondite entre los árboles, ambas jóvenes se movían con destreza y rapidez esquivando los ataques del hombre lobo pero sus estocadas eran inútiles, las heridas del licántropo sanaban rápidamente ya que sus espadas no eran de plata.

-Córranse- susurro apuntando con su ballesta al lobo, poniendo el dedo en el gatillo.

No tenía un tiro limpió ya que ellas se cruzaban en su camino.

-Vamos- dijo con impaciencia, el licántropo golpeó a la rubia y esta impacto contra un árbol perdiendo la consciencia y la espada, su amiga corrió hacia ella pero el lobo le salto encima, ella coloco su espada en la boca del animal y comenzaron a forcejear -Perfecto- tomó aire y apretó el gatillo al soltarlo, la flecha cruzó el aire y se clavó en el cráneo del licántropo matándolo al instante provocando que cayera sobre la pelinegra.

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-Luna!-grito Holly cuando recuperó la conciencia, corrió hacia su amiga y le quitó el cuerpo del lobo de encima.

-Odio esta mierda- dijo recuperando el aire y Holly río ayudándola a pararse -Holly...- susurro Luna mirando con preocupación a su amiga al ver los cortes en el costado derecho de su abdomen, Holly los cubrió con su chaqueta rápidamente.

-Bien hecho- les dijo Van con tono frio y Holly le sonrió ignorando el dolor que sentía -Les debo unas disculpas-

-Disculpas aceptadas- dijo la pelinegra con un movimiento de cabeza, el portal se abrió.

-Si nuestros caminos vuelven a cruzarse, dios quiera que no, será un gusto que me acompañen- ambas le dieron la mano y se despidieron del famoso cazador -Mi propuesta sigue en pie- agrego guiñándole un ojo a Luna y esta se sonrojo, caminaron hacia el portal y Luna miró a Holly la cual respiraba irregularmente.

-Estás bien?- le pregunto y la rubia asintió mostrándole la herida que ahora tenía mejor aspecto.

-Un regalo del doctor Frankenstein, puede curar cualquier cosa- contestó con una débil sonrisa que Luna asoció al dolor de la herida, pero que en realidad era por tener que marcharse perdiendo asi la oportunidad de volver con Killian.

-Curara tu estupidez también?- preguntó con una sonrisa y Holly rodó los ojos con fastidio para luego empujarla al portal y reír mientras se arrojaba de cabeza en él, acababa de conocer a uno de sus ídolos.