Looking For An Adventure

Capítulo 17: Todo un merito

Holly abrió los ojos al escuchar unos gritos, miró a su alrededor, se encontraba en una asquerosa celda con barrotes de hierro negro la cual estaba precariamente iluminada por una antorcha.

-Luna- llamó a la pelinegra mientras se levantaba e intentaba acercarse a la pared opuesta en donde su amiga se encontraba aún inconsciente pero no llegó muy lejos ya que tenía el pie encadenado a la pared -Luna despierta!- dijo más alto y vio como poco a poco abría los ojos.

-Dónde estamos?- preguntó mirando alrededor.

-Parecen unas mazmorras antiguas, quizás de la época medieval o romana- respondió Holly y Luna miró el grillete en su pierna.

-Qué clase de cuento es este?- susurro mientras se paraba.

-No puedo creer que deje a Killian por esto- dijo la rubia con el ceño fruncido intentando buscar una manera de salir mientras Luna hacia lo mismo.

-Hey- dijo la pelinegra llamando la atención de su amiga -Ese no es tu morral?- preguntó señalando entre los barrotes el morral marrón que colgaba fuera de la celda en el pasillo.

-Sí, si lográramos alcanzarlo podría usar algo para salir de aquí- dijo Holly estirando su brazo pero era inútil, estaban demasiado lejos -Mierda- susurro con decepción.

-Moriremos aquí-dijo Luna agarrando los barrotes con fuerza.

-No, ya se me ocurrirá algo Luna, no te preocupes- dijo Holly intentando acercarse a su amiga pero sólo consiguió que el tobillo le doliera por el grillete -Ya se me ocurrirá algo- susurro mientras su mente volaba a mil por hora buscando una posible salida.

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-Aquí tienen idiotas- dijo el guardia arrojando una pata de pollo a cada una para luego marcharse, ya habían pasado dos horas desde que habían despertado allí dentro y a Holly no se le había ocurrido nada.

-No piensas comértelo, o sí?- dijo mirando como la pelinegra tomaba la pata de pollo.

-Tengo hambre- respondió encogiéndose de hombros -Tú deberías hacer lo mismo, no sabemos cuándo volveremos a comer- Holly miró el pedazo de carne frente a ella y asintió, su amiga tenía razón además, pensaba mejor con la panza llena.

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-Hey!- la rubia abrió los ojos, se había quedado dormida.

-Perdón- dijo mientras se frotaba los ojos y levantó el hueso de pollo que Luna le había lanzado para despertarla entonces una idea cruzó su mente -Creo que ya sé cómo salir de aquí- susurro con una gran sonrisa.

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-Entonces, ya sabes qué cuento es?- preguntó Luna mientras se escabullían por los pasillos de las mazmorras.

-No pero no pienso quedarme aquí abajo, apesta- respondió Holly.

-Hey!- un grito hizo que se detuvieran, uno de los prisioneros las estaba llamando- Castor! Peleo! Se han liberado sáquenme de aquí- Luna miró a Holly y esta se acercó lentamente al hombre.

-Cómo te llamas?- preguntó y el prisionero rio, a la rubia le sonaban los nombres que él había utilizado.

-No es momento para chistes Cástor! Sácame de aquí! Soy Jason recuerdas?- dijo y Holly abrió grande los ojos, utilizó el huesito de pollo para abrir la celda y dejar libre al héroe mitológico -Vamos, no tenemos tiempo- dijo mientras tomaba su espada y corría por un pasillo.

-Quién es?- preguntó la pelinegra a su amiga, se encontraban fuera de las mazmorras en lo que parecía ser un jardín griego dentro de un palacio antiguo sostenido por columnas blancas.

-Es Jason!- respondió Holly como si eso fuera a aclarar la duda de Luna y al darse cuenta de que esta seguía sin entender agregó -Jason y los Argonautas, el mito! Estamos en busca del vellocino de oro!- la pelinegra abrió los ojos con sorpresa, no sabía mucho sobre el mito pero si lo suficiente como para saber cuán peligrosa podía llegar a ser esa misión, sobre todo para ellas dos.

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-Cuidado!- grito Jason y los tres se escondieron detrás de las columnas evitando así la oleada de fuego que escupía la Hidra de Lerna, habían llegado hasta el centro de Cólquida matando a algunos guardias en el proceso y se habían encontrado cara a cara con aquel ser de tres cabezas el cual custodiaba el vellocino.

-Luna!- grito la rubia y su amiga la miro -Tú ve por la derecha, yo iré por la izquierda así Jason podrá clavarle la espada en el corazón!- volvió a gritar para hacerse oír y salió corriendo al igual que la pelinegra.

Luna se deslizó por el suelo esquivando una mortal mordida por parte de una de las cabezas y Holly salto sobre un cantero escondiéndose detrás de el para que el fuego no la alcanzara mientras que Jason cortaba una de las cabezas, pero antes de que esta lograra volver a crecer clavo su espada en el pecho de la Hidra y esta murió luego de rugir de dolor.

-Eso estuvo cerca- dijo Luna con una media sonrisa mirando a su amiga -Te incendias- agregó y Holly frunció el ceño sin entender, miró su hombro y vio que su ropa de gladiadora se quemaba.

-Mierda- dijo mientras intentaba apagarse a sí misma y Luna río.

-Lo tenemos!- grito Jason levantando el vellocino de oro como si de un trofeo se tratase.

-No tan rápido Jason- dijo un anciano saliendo desde detrás de una columna -Aún queda una misión más- agregó sonriendo y Holly apretó los dientes al reconocer al anciano.

-Eetes- susurro la rubia y Luna miró mal al hombre reconociendo el nombre del villano al instante.

El rey arrojó al suelo siete dientes que había arrancado del cuerpo sin vida de la Hidra y de estos salieron siete esqueletos guerreros.

-Holly- susurro Luna mirando a los esqueletos frente a ella -Si no recuerdo mal en el cuento Cástor y Peleo morían peleando contra estas cosas y nosotros somos ellos-

-No voy a morir a manos de un sacó de huesos Luna- dijo Holly adoptando posición de ataque y la pelinegra la imitó, su amiga le infundía confianza.

Jason fue el primero en atacar y luego lo siguieron ellas dos, pelearon con ferocidad hasta que les dolieron los músculos, pero los esqueletos no parecían ni siquiera haberse cansado.

-Es imposible- dijo el castaño con la respiración entrecortada debido al esfuerzo.

-No, hay que...- Holly bloqueo un ataque -Saltar!- término de decir y con una patada alejó al esqueleto el tiempo suficiente como para correr hacia el precipicio y saltar hacia el mar, Luna se mordió la lengua e imitó su acción seguida de Jason.

Cuando los esqueletos saltaron para seguirlos cayeron sobre las rocas y se destruyeron al instante.

-Bien hecho Cástor!- grito Jason pasándose la mano por el pelo mojado mientras ayudaba a la rubia a subir a una roca.

-Lo sé, soy impresionante- dijo Holly escupiendo el agua que había tragado y Luna río.

El portal se abrió y la pelinegra sonrió de lado, habían logrado superar una caída de ocho metros hacia las rocas, a una Hidra de tres cabezas y a un grupo de esqueletos diabólicos, era todo un mérito.

-Vamos- dijo y la rubia asintió.

-Gracias grandulón- dijo Holly abrazando a Jason y Luna frunció el ceño ante tal acción ya que dar abrazos o demostrar afectó no era normal en ella -Ahora sí, vámonos- tomó a su amiga del brazo y ambas saltaron al portal.

-Qué extraño- dijo Jason frunciendo el ceño sin darse cuenta de que ya no tenía a él vellocino en su poder porque Holly se lo había robado.