El amor de Cupido

Capítulo 18

Cuando Cupido y Abraham se separaron, ambos no supieron que hacer en ese momento, los dos se miraban a los ojos sin pronunciar ni una palabra, pero bajaron los ojos a sus labios y volvieron a juntarse en otro beso. Abraham se imaginó de cómo sería la escena: él besando al aire, sin embargo no le importó, él era el único que podía hacer eso.

- ¿Quieres estar conmigo? -Preguntó el muchacho separándose de ella.

-Me encantaría, Abraham. -Contestó ella esbozando una sonrisa.

A Abraham le gustaba como sonaba su nombre en sus labios, le gustaba todo de ella y ahora ella había aceptado estar con él.

Tendría una novia invisible, le pareció gracioso, pero un recuerdo le invadió rápidamente la mente. Él estaba enfermo. Su muerte ya tenía fecha, hasta ese momento, no le había importado en absoluto. Todos estaban avisados y "preparados". Cupido tenia que ser avisada, más el miedo de que lo trate diferente de Abraham ganó y decidió no hacerlo. Él podía soñar con un hermoso noviazgo, estar juntos para siempre, pero esa no era la realidad. Podían terminar en una semana, un mes, de todas maneras nada es para siempre y disfrutaría su vida junto a Cupido hasta que la muerte se lo lleve.

-Esto es nuevo. -Comentó la muchacha.

-Sí, para mí también, no suele salir con Cupido a menudo. -Dijo Abraham haciendo que ella riera.

-Abraham... -rio - ¿por qué eres así?

- ¿Así cómo? -Preguntó él, confundido y enamorado de su voz.

-Tan... perfecto.

Sintió que su corazón se le apretaba.

-No lo soy. -Contestó haciendo un ademan con la mano, pero manteniendo su sonrisa para que ella no note nada raro. -Tú lo eres, novia-Cupido.

-Te quiero.

-Y yo a ti.

Se acercaron otra vez para darse un beso, pero esa vez fue diferente, un joven no más de treinta pasó apurado junto a ellos, no se percató que llevaba los pasadores desatados de la zapatilla y se tropezó, empujando un poco a Cupido.

-Lo siento, linda.