Capítulo 19

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Mi corazón se paralizó cuando el chico que había chocado conmigo me pidió perdón mirándome a los ojos, yo podía tocar a los humanos, sí, pero era algo que no hacia menudo y si de casualidad golpeaba a alguien, la persona solo daba una mirada con extrañeza y confusión. No decían nada. Absolutamente nada y menos me miraban a los ojos.

Giré mi cabeza hacia donde estaba Abraham y tenía la misma expresión que yo.

- ¿Pudo... mirarte? -Preguntó como para saber que él no se lo había imaginado.

Asentí lentamente.

Vi a una señora que venía caminado en nuestra dirección y me metí en su camino, ella chocó con mi hombro, lo sintió, pero no dijo nada. Sacudió la cabeza y negó, luego se fue.

Ella no me había visto.

-Necesitamos ayuda. -Dijo Abraham y sin decir nada más, me tomó de la mano y tiró de mí.

Caminamos rápidamente entre las personas hasta llegar a un edificio parecido a donde Abraham vivía. Entramos.

-Hola, Harry. -Saludó él al recepcionista.

El hombre le contestó cuando nosotros ya estábamos en la puerta del ascensor.

Nos metimos y Abraham tocó el botón que indicaba el piso 10, esperamos a que el ascensor suba, algunas personas entraron pero solo miraron a -lo que ahora sería- mi novio, lo que me confundió aún más con lo que acababa de suceder.

Escuché el típico sonido que el ascensor hacia cuando llegaba a un piso, pero ese era el nuestro por lo que salimos a un largo pasadizo con muchas puertas a los costados.

Abraham tocó una y un chico con rasgos hindúes muy delgado y sin mucho vello facial no tardó en abrirnos. Llevaba un pantalón de buzo y una camiseta roja vieja.

- ¡Abraham! ¿Cómo estas, hermano? -Saludó este al ver a mi novio.

-Hola, Savir -Contestó él esbozando una media sonrisa. - ¿Puedo pasar?

-Claro, mis padres se han ido a comprar algunas cosas ¿quieres tomar algo? - Savir se apartó un poco de la puerta para dejarnos -o dejarlo- pasar.

-No, gracias Savir. -Abraham se removió algo nervioso y yo le di un apretón a su mano. -Vine por algo importante.

-Dime, Ab ¿qué sucede?

-Am... Savir ¿puedes ver a mi novia?

- ¿Me estas jodiendo? -Preguntó incrédulo Savir.

No lo culpé, yo también habría reaccionado si me preguntaran tal cosa.

-Creo que el cáncer ya invadió tu cerebro. -Comentó él y yo no entendí a que se refería.

-Cállate, solo concéntrate aquí.

Abraham movió las manos frente a mi cara para que Savir pueda ver algo fijo. Puso cara de concentración y por algunos instantes no pasó nada hasta que vi como su rostro que iluminó.

- ¡¿Qué clase de brujería es esta?!

Había funcionado.

El amor de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora