El amor de Cupido

Capítulo 20

Savir vio como poco a poco, el lugar señalado por su buen amigo Abraham iba tomado la forma de una chica alada.

– ¡¿Qué clase de brujería es esta?! –Preguntó dando un salto por la sorpresa.

La chica que vio Savir le pareció linda, era de estatura normal, pero le sorprendió –y asustó –las alas enormes que tenía junto a un carcaj y un arco.

–Savir, necesito que confíes en mí – pidió Abraham.

Savir confiaba mucho en Abraham, lo conocía de hace un tiempo, en el hospital haciendo sus quimioterapias, él también tenía cáncer pero en una fase más baja que el de Abraham. Sin embargo, el muchacho tenía su confianza plena.

–Escucha, ella es mi novia... Cupido.

–Lindo nombre. –Comentó este nervioso.

–Savir, ella es el verdadero Cupido. –Dijo firme Abraham. –Escucha, esto puede ser la cosa más loca que te haya pedido, pero ¿podrías averiguar el por qué yo la puedo ver y tu también?

– ¿Insinúas en que me quiero meter en asuntos angelicales?

–No soy un ángel. –Replicó ella, hablando por primera vez desde que llegó. –Soy un ser mitológico.

–Bien, "ser mitológico" –Savir miró por un instante a Cupido –entonces, han venido a ver a la persona indicada.

Esbozó una sonrisa la cual fue imitada por los enamorados.

Finalmente, descubrirían el porqué de las cosas y con suerte podrían arreglarlas.

Savir era un genio en la computadora y cosas que tenían que ver con buscar información de las personas o descubrir cosas. Además de ser astuto e intuitivo. No le tomó mucho tiempo en descubrir todo o por lo menos la mayoría.

– ¡Lo tengo! –Exclamó Savir sacudiendo unas hojas y haciendo sobresaltar a Cupido y Abraham.

– ¿Que tienes? –Preguntó Abraham acercándose a ver lo que las hojas decían.

– Fue más fácil de lo que pensaba... –Savir esbozó una sonrisa con orgullo –tu puedes mirarla porque...

Sin embargo, unos golpecitos en la ventana de la habitación de Savir lo interrumpieron. Unos golpecitos que él no pudo percibir de quienes era, mas Cupido y Abraham los podían ver.