¡Hola! Soy Lucas (Próximamente en Físico)

¡Bienvenida al mundo, Lucy!

—¡Nathan! ¡Nathan! —¡Hasta que al fin le encontré!

—¿Dónde te habías metido? ¡Se supone que no puedes alejarte de mí!

—¡Me estoy haciendo pipi!

—¿Qué? ¿Ahora?

—¡No! ¡Dentro de dos semanas! ¡Idiota! ¡Claro que ahora!... ¿Dónde carajos queda el baño aquí?

—¡Espera! ¡Demonios! ¡Esto es inmenso! Ven, vamos a ver dónde diantres están los baños...

Nathan me tomó de la mano y empezamos a abrirnos paso entre esa multitud de estudiantes frenéticos. Yo apenas y podía caminar aguantando las ganas y de paso con esos mega tacones que me gastaba esa noche. Vi cuando un chico al fin nos señaló el sitio donde estaban los baños, y apenas vi la puerta corrí como si mi vida dependiera de ello.

—¡Idiota! ¿Qué haces?

Sentí cuando Nathan me jaló por el vestido y me empujó fuera del baño.

—¡Me estoy haciendo!

—¡Este es el baño de caballeros! ¿Qué no recuerdas cómo estás vestido? ¡Usa el otro!

Me dio un empujón al baño de las chicas, casi que me hace caer de boca el muy cretino. Y allí estaba yo...por primera vez en mi vida en un "baño de damas".

Di unos torpes pasos en la entrada y todas esas chicas se quedaron mirándome. ¡El sitio estaba repleto de mujeres! ¿Qué coño hacían tantas mujeres en el baño? ¿A todas les da ganas de hacer pis al mismo tiempo?

—¡Hola! ¿Eres Lucy, verdad?

¡Oh mierda! ¿Conversan en el baño? ¡Demonios! ¿Qué clase de ritual femenino es este? Había chicas vistiéndose, sentadas en los lavabos charlando, maquillándose, y algunas hasta estaban llorando en los hombros de sus amigas allí...¿Qué no es un lugar muy asqueroso para hacer vida social?

—Mmmmm...¿Yo? Eehh...Si, ¡hola!

—¡Ay! ¡Me encanta tu vestido! ¿Lo compraste en "Tendernees", no? Creo que vi uno muy similar allí...

—Si...  

¡Ni la puta idea que tienda es esa! Yo sólo me pongo la ropa de mi hermana. ¡Además lo que quiero es orinar! ¡No conversar sobre el estúpido vestido! Definitivamente las mujeres son extrañas. Entonces, para rematar mi suerte, Karen salió de uno de los cubículos de los retretes.

—¿También tengo que verte aquí? ¡Zorra Roba-novios!

¡Oh, oooh!...¡Esto se va a poner feo con esta perra!

Bien, antes de seguir con esta pesadilla en el baño de las chicas, es justo que comience a contarles mi historia desde el principio...bueno, no tan desde el principio. Creo que puedo comenzar por lo básico: ¡Hola! Soy Lucas. En muchas cosas soy un chico común de dieciséis años, hago los cosas que se supone hacen los varones de mi edad, pero, aparte de los deportes, la cerveza, los videojuegos y tratar de sobrevivir a la clase de matemáticas del viejo señor Smith...soy crossdresser.

Podría decirse que soy ese 0,05% de la población mundial que siendo de un determinado género biológico siente la necesidad de expresarse también en el rol del sexo opuesto a través de la vestimenta. ¿Por qué? ¡No lo sé! ¡No soy un puto psicólogo! Pero me gusta y es una parte de mí desde que tengo uso de consciencia. No soy una persona completa hasta que libero mi parte femenina. ¿Cómo comenzó? No estoy muy seguro, no es algo que escogí a propósito, siento que estuvo creciendo en mi, hasta que fue algo realmente real que no podía ignorar.