¡Hola! Soy Lucas (Próximamente en Físico)

El mejor regalo para Nathan

Lunes, ese patético día de la semana que te recuerda que eres un simple idiota con un sin fín de responsabilidades aburridas y monótonas. Para todos es igual: Mi mamá se para estresada y nos estresa a todos creo que por puritito placer. Tenemos dos baños en la casa, por supuesto que "los hijos" tenemos un solo baño para los tres y todas las mañanas, como si de los "Hunger Games" se tratara, tenemos que matarnos unos a otros para usarlo. Mis padres tienen uno privado para ellos en su cuarto, así que sólo se complacen en ver a sus "tributos" despellejarse vivos por el único que tenemos.

¡Qué comiencen los "Juegos del Hambre"!   

—¡Mamá! ¡Valentina tiene casi dos horas metida en el baño! ¿Me estoy orinando y ni me he cepillado los dientes!

¡Y no era broma! André y yo hacíamos el bailecito de costumbre mientras la estúpida de mi hermana tardaba siglos allí dentro pensando que con maquillaje se puede quitar la cara de"Artesanía prehispánica" que tiene.

—¡Valentina! ¡Tus hermanos también tienen que ir al colegio! ¡Sal de una buena vez!

Ella, por supuesto que con su cara muy tranquila, salió del baño luego que mi mamá la obligó.

—¡Si están muy apurados en usar el baño levántense más temprano! 

—¿Sabes? A veces quisiera entenderte hermana, pero luego recuerdo que "no ladro" y prefiero ignorarte.

—¡Imbécil!

—¡Estúpida!

¡Al fin! El baño...claro, que lo malo de usar el baño después de ella es ver sus asquerosos pelos  en el lavamanos, es como si Chewbacca viviera aquí y empezara a quedarse calvo.

—¡La próxima vez recoge tus cochinos pelos del baño! ¡Puerca!

—¡Púdrete, Lucas!

Entonces cuando creo que voy al fin voy a asearme y ponerme muy lindo y sensual para ir a clases...

—Lucas, deja que André use el baño primero, es un niño y no tardará tanto como tú.

Eso es lo malo del ser "El hermano del medio": No eres el mayor para hacer lo que quieras y pisotear a los demás, ni tampoco eres el menor para ser el consentido de tus padres como el chiquitín de la casa... No, yo tenía que ser el del medio, el paria al que todos joden...

Veinte mil horas después, salimos de casa. Mi mamá nos llevaba a todos al colegio. Primero dejaba a André en la primaria y luego a Valentina y a mí en la prepa. Para mi hermana este sería su último semestre de clases y ya le tocaría ir a la universidad...a mí todavía me faltaba un año... Bueno, eso en "teoría", porque en la práctica mis calificaciones conspiraban para que repitiera este semestre que cursaba.

—¡Lucas! ¡Dámela!

—¡Pero, mamá...! Es que luego iba a ir con los muchachos a dar una vuelta.

—¡Usa los pies! No están allí sólo para sostener los zapatos. Sabes que no me gusta que andes en patineta por allí inventando.

Le entregué mi patineta. Mi mamá le tiene fobia terrible al skateboarding, creo que es algo casi satánico para ella. Una vez, sólo una vez, me hice una lesión que requirió puntos...una estupidez en realidad; pero para mi mamá fue como si me hubieses reconstruido por partes. ¡Luego me preguntan que a quién salí tan dramático!

Ni tiempo me dio de desayunar y me moría de hambre, así no iba a prestar nada de atención a la clase, me decidí entonces comprarme algo en el cafetín y comer antes de entrar a la primera materia del día. En realidad faltaba como hora y media para verla, pero mi mamá siempre me dejaba súper temprano, para morirme del aburrimiento viendo como el personal de mantenimiento limpia el plantel y los profesores toman café.