¡Hola! Soy Lucas (Próximamente en Físico)

¡Eso NO me lo esperaba!

—¡Lucas! ¡Ya abre la puerta! ¡Nathan se fue a su casa! Mi mamá va a llegar en un rato, tienes que ayudarme a recoger este reguero...

Así como cuando estás deprimido y quieres morirte pero una vocesita fastidiosa te devuelve a la realidad. Me levanté del piso y fui abrir la puerta...pero me justo en ese momento me di cuenta que ya no se puede confiar ni en tu "Mejor Amiga"...

—¡Ahora si vamos hablar tú y yo, Lucas!

—¡¿¿Nathan!??? ¡¡¡Valery!!! ¡¡¡Me engañaste!!!

—Lo siento, Lucas...lo hago por el bien del yaoi...

El rubio tonto me empujó y se metió en el baño donde me tenía acorralado. Le eché una mirada a Val amenazándola, ¡No le perdonaría esto jamás!

—¡No quiero hablar contigo! ¿Qué no hablé claro, rubio idiota?

—Lucas...No tienes doce años, para que te comportes de esta forma tan infantil. Es hora que aclaremos algunas cosas tú y yo y no me pienso mover de aquí hasta que no lo hagamos. ¿Me escuchaste?

—...Yo opino que deberían abrazarse muy fuerte y besarse de una vez, ¿Qué tantas largas le dan al asunto?

—¡¡¡FUERA DE AQUÍ, VALERY!!!

Si en algo estuvimos de acuerdo en ese momento Nathan y yo fue de cerrarle la puerta en la cara a esa fujoshi entrometida.

—Ahora que estamos a solas... ¿Qué sucede contigo, Lucas? ¿Por qué insistes en alejarme de ti? Pensé que ya habíamos superado lo que te molestaba...

—Es que... No eres tú, soy yo...

—¿Esa no es una novela de Wattpad o algo así?

—¡Nathan! ¡Te estoy hablando en serio!

—Bien... Entonces, ¿me decías que...?

¡Y yo ni sabía qué responderle a este! El mayor problema de este interrogatorio es que estaba aquí acorralado y me preguntaba casi lo mismo que Nathan: ¿Qué demonios me pasa con él? Cerré los ojos y comencé a pensar en la excusa más creíble que me zafara de una vergonzosa "respuesta sincera"...

—Lo que pasa es que...yo...yo...pues...yo...

—Bien... ¡Te ayudaré un poco!

Entonces me sujetó y me dio media vuelta poniéndome frente al espejo que estaba sobre el lavabo. Me veía terrible, tenía la cara mojada con todo el maquillaje escurriendo y el rímel chorreando por mis mejillas. Parecía un payaso-gótico-emo-depresivo...

—¿Ajá...?

—¿Qué ves ahí, Lucas?

—Un chico muy guapo con el maquillaje chorreado y un idiota atrás sujetándolo... ¿Ese es tu punto?

—Intentémoslo de nuevo, ¡pero esta vez MIRA con más atención lo que hay delante de ti! ¿Qué ves allí, Lucas?

Detesto cuando Nathan se pone "filosófico", no estoy de humor para ponerme a reflexionar en cosas así, sólo quiero irme a mi casa y encerrarme en mi habitación hasta que sea el año tres mil...

—¡No sé qué quieres vea! ¿Cuál es el maldito punto al que quieres llegar, Nathan?

—¡Creo que ese es tu problema, Lucas! No quieres ver más allá de lo que tienes frente a tus narices, ni siquiera lo más obvio. Siempre te quedas en lo superficial. Toda esa confusión y ese temor que sientes; Lucas es la lucha que tienes contigo mismo, porque una parte de ti está desesperada por ser libre. Tú sabes muy bien lo que ves ahora en ese espejo y sobre todo tu corazón grita lo que realmente quiere. No existen suficientes baños en este mundo para que corras a esconderte cada vez que te aterres o pretendas escapar de ti mismo.