¡Hola! Soy Lucas (Próximamente en Físico)

¡Nunca duermas con tu mejor amigo!

—¡Lucas! ¡Lucas!

Cuando me di vuelta me sorprendió ver a Nathan que había salido de la casa y me seguía. Yo estaba muy enojado en ese momento y sólo quería irme de ese lugar.

—¿Qué? ¿Ya se te descargó la batería? Porque hace un momento estabas muy entretenido allí arriba.

—¿Qué pasa por qué te vas así?

—¿En serio me estás preguntando por qué me voy? ¿Qué no viste todo lo que pasó? ¡Todos enloquecieron! ¡Sobre todo tú! No sé qué estás tratando de probar ni a quién, pero no me gusta este Nathan. Y en cuánto a Valery y Britt no sé si están en su periodo o qué carajos les pasa, pero no pueden tratar de matarse entre sí ni ponerme a escoger entre la una y la otra. Por primera vez en la historia del mundo "YO" no he hecho nada malo esta noche, ¡Y eso es terriblemente aburrido!

—¡No te vayas! ¡Quédate! Aún es temprano, puedes pasarla bien todavía.

—¡No! ¡Ya dije que me iba! Y es más, ¡tú vendrás conmigo! Ya estás muy ebrio y luego, ¿quién te va a llevar a tu casa? Asi no puedes manejar. 

Y en eso se sonrió, creo que en ese momento yo también me reí. Es que jamás, ni en mis sueños más trastornados, me hubiese visto diciéndole a Nathan algo así. Se supone que yo soy el que siempre se emborracha y viene Nathan y me lleva a casa...Quizás esto era alguna especie de realidad alterna bizarra, como cuando Flash altera la linea del tiempo presente, porque fue al pasado a tratar de evitar algo que sucederá en el futuro y...¿Qué era lo que estaba pensando? ¡Ya me perdí!

—Vamos, Nathan, sube al auto. ¡No me hagas rogarte! Ya estoy fastidiado de estar aqui y creo que también estoy cansado, no fue normal todo lo que tuve que correr hoy alrededor de la cancha.

Entonces Nathan se acercó y le abrí la puerta del auto.

—¡Bota ese maldito vaso! ¿Quieres que mi mamá huela que metí cerveza en su auto? 

Le arrebaté el bendito vasito rojo que no sé dónde lo recargaba tanto. Por cierto, no debí botarlo, debí bebérmelo... ¿Qué demonios está pasando conmigo? ¡Me estoy volviendo maduro y responsable! ¡El fin del mundo se acerca!

—Lo siento...

—¿Qué carajo "sientes"?

—Todo. Creo que me pasé de la raya esta noche.

—No deberías disculparte, no hiciste nada malo esta noche, ¡hasta tuviste sexo! Algo que yo no tuve tampoco, por cierto...y que no tendré en mucho tiempo luego de lo que le hice a Britt. 

Salimos entonces de allí directo a casa. Por el camino Calvin me envió un texto diciéndome que él se había ocupado de llevara Valery a su casa y Britt se fue con Pam a la suya. Yo las hubiera llevado al manicomio de histéricas.

—¿Qué te pasa?

—¡Para el auto!

Me orillé lo más rápido que pude. Nathan abrió la puerta y vomitó...y asi pasó un buen rato sacando todo lo que había en su estómago. Eso le pasa a los tipos serios cuando tratan de dárselas de "populares".

—Sí que te pasaste, Nathan. ¿Cuántas cervezas bebiste?

—No sé, ¿había que contarlas acaso?

—Deberías quedarte en mi casa, no estás muy bien y capaz que tu papá te ve así y empiezan a discutir como siempre.

Así que me lo llevé a mi casa. Eran apenas las once y media cuando entré y hasta mi mamá se sorprendió de verme llegar a esa hora.