Un mesero muy adorable...

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—¿Qué te pasa, Lucas? ¿Por qué no quieres comer?

—Es que...hace rato fui con Nathan y Valery a comer helados...

—¡Helados! ¿Y qué te dije yo de comer dulce antes del mediodía?—Mi mamá me lanzó una mirada de esas en las que sólo piensas en correr por tu vida.

—¡Ya, mujer! ¡Si no quiere comer, déjalo! De todas maneras se viene conmigo al restaurant, cuando le dé hambre allá comerá...—Y aquí es donde mi papá siempre está presto a defenderme.

—Sí, sobre todo hoy domingo que hay más trabajo allá en el restaurant. Ni tú que eres el chef te sientas a comer a menos que se te obligue...

—¡Mamá! ¡Tranquila! Estaré bien...

Mi mamá sólo hizo una mueca, si algo le molestaba era que le dejara la comida, pero en realidad no fue el helado lo que me quitó el apetito, bien pudiera haberme comido mi almuerzo aunque antes me empalagara con esa inmensa copa de helado...es más bien lo que ocurrió con Britt hace dos horas lo que me echó a perder el estómago.

Hasta vi la notificación de mi teléfono de mensajes de Line, sabía que era Chad, pero no estaba de ánimos para hablar con él. Cuando terminamos de comer, me fui con mi papá al restaurant. Por el camino, él hablaba y hablaba...

—Debes estar muy emocionado, hijo, ¡ni has abierto la boca en todo el camino! Pero te entiendo, es tu primer trabajo y quizás te sientas un poco nervioso.

—¡Ni que fuera la primera vez que voy al restaurant, papá!

—No es lo mismo, Lucas, hoy no vas a estar "mirando" ni "disfrutando", hoy vas a trabajar...Por cierto, allá te tengo tu uniforme...

—¡Un momento! ¿Uniforme? ¿Qué clase de uniforme?

—No pretenderás que vas a atender las mesas vestido así... Le dije a Bruno que te consiguiera un uniforme que te quedara. Y otra cosa: Tu jefe será él, ya que es el encargado y el "Maître",como quieres hacer dinero rápido tendrás que trabajar afuera en las mesas y allá él manda.

¡Ay, no! ¡Me tocó con el matón! Y no es exageración: Bruno Ricci fue un matón de la mafia siciliana cuando era joven. Mi mamá dice que asesinó a mucha gente y algunos con sus propias manos...A mí sólo me mataría del susto, con la cara que se gasta es suficiente. Aunque hoy en día es un señor mayor y "buena gente", mi papá pondría las manos en el fuego por él y es quien le ayuda en el restaurant, pero igual a mí me sigue dando mucho miedo.

—Papá...pero Bruno...me va a comer vivo...

—Sólo hazle caso... ¡Y nada de sacar el móvil en horas de trabajo! ¡Cuando ve a un mesero con el móvil en la mano casi que se lo quiere hacer tragar!

Creo que seré hombre muerto...

Minutos después estábamos en el restaurant. Durante las mañanas hay otro chef que suple a mi padre, ya que papá llega casi siempre de dos a tres de la tarde hasta el cierre, y ya el segundo salón se iba a abrir...en donde iba a trabajar yo.

—Entonces...hoy comienzas a trabajar aquí, ¿no es así? —Bruno me miraba con cara de escepticismo.

Antes de que abriera la boca, mi papá empezó a hablar...

—Bruno, te lo encargo, ya le dije lo del teléfono y espero que se comporte. Igual tenle un poco de paciencia, es su primer trabajo y está algo nervioso.

—Yo no estoy nervioso...

—Lo estarás, no lo dudes. Pero sé que darás lo mejor de ti...recuerda que este sitio algún día será tuyo, así que tómale seriedad al asunto y hazle caso a todo lo que te diga Bruno.

¡Hola! Soy Lucas  (Próximamente en Físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora