¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán!

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—¡Suelta mis shorts! ¿¿Eres marica o qué?? ¿Qué clase de broma es esta?

Chad se subió los shorts y estaba rojo como un tomate. El resto de los chicos o se reían o no entendían qué estaba pasando. Yo estaba tirado en la grama cuando escuché el grito furioso del entrenador:

—¡¡MARTINELLI!! ¿QUÉ DIABLOS ESTÁN HACIENDO USTEDES DOS?

—Señor... Es que yo...bueno, yo...

—Lucas se resbaló y me bajó el short por accidente. ¡Es todo, entrenador!

Para mi sorpresa Chad me defendió. De hecho me extendió la mano y me ayudó a levantarme. El entrenador estaba de pie frente a nosotros con muy mala cara.

—Tú, Martinelli y Anderson se quedan al finalizar la práctica. Vuelvan a sus posiciones, ¡Y no quiero más "accidentes" entre ustedes!

—¡Si, señor!

Cuando el entrenador nos dejó, Chad me miró muy serio, pero no me dijo nada, yo aproveché de huir a mi portería y seguí allí lo más enfocado que pude en mi práctica.

Estuve un rato con mi compañero Méndez sólo practicando "agarres". El entrenador se puso de pie frente a mi portería y me observaba en silencio mientras tomaba apuntes. Sé que nos está calificando, mal día para sentirme preocupado por un millón de cosas. Pero no me dijo nada, sólo me observó un rato y se retiró a evaluar a los demás.

—¿Crees que estemos listo para enfrentar a los del interestatal? —Me preguntó Méndez mientras yo descansaba unos minutos.

—No, nos van a volver a moler como pan mojado...—No quería ser tan negativo, pero nuestros dos atacantes se odiaban a muerte y yo me sentía muy inseguro si iba a depender sólo de mí defender la portería.

—Lucas, necesitamos un capitán en el equipo.

—Yo no sé nada, hombre. Sólo trataré que no nos metan goles. Quizás todo termine en un "Cero a Cero", es un amistoso, al menos no estamos obligados a ir a penales.

Al terminar la práctica, entramos al vestidor a cambiarnos. Yo estaba todo sudado y sucio, pero no me traje ropa de cambio porque no pensaba quitarme este uniforme con esa marca que tenía en el cuello. Nathan seguía ignorándome y Chad se me volvió acercar.

—¿No piensas cambiarte?

—Yo.... Eeehhh... no traje ropa para cambiarme. Me iré así.

—Si quieres puedo prestarte algo de ropa, aunque te quedará un poco grande. Necesitas ducharte, ¿Olvidas que tenemos una reunión con el entrenador?

—No... Yo, estoy bien. Hablando de eso, gracias por defenderme; pensé que más bien ibas a golpearme por lo que te hice.

—¿Lo hiciste para evitar que fuera contra Nathan? ¿Cierto?

—Chad, Nathan es mi mejor amigo y aprecio ser tu amigo  también, pero esta situación entre ustedes dos me deja a mí en una posición difícil.

—¿Qué? ¿Por qué te sientes así? ¿Acaso eres Lucy?

Precisamente por eso, Chad, adoro que se peleen por mí, pero tampoco quiero que se hagan daño dos chicos tan guapos. Existen los tríos, ¿sabías?

—No, claro que no lo soy. Pero, no quiero verme obligado a asumir un "bando". ¿Tú me entiendes lo que quiero decir?

—En tal caso deberías estar del lado de Nathan, ¿no? Él es tu mejor amigo y yo quiero robarle la novia. ¿Es lo que tratas de decirme?

¡Hola! Soy Lucas  (Próximamente en Físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora