- Capitulo 23 -

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Hemos regresado ya de vacaciones y dentro de una semana, la siguiente etapa de exámenes.

Nos vemos muy relajados en cuanto a eso, tal vez será por las vacaciones. Hay algunos que si se han puesto a estudiar para matemáticas, ya que siempre es la más difícil.

Bueno, Mahogany y yo, decidimos ir con Milanesas a asesorías por lo menos dos veces a la semana porque además, la madre de Maho, la ha regañado porque no ha ido a las asesorías. ¿se preguntan como es que su mamá sabe que no va? Fácil, Milanesas conoce a su mamá y le comunica cada vez que hace algo mal con respecto a su clase, como no entrar o no asistir a las asesorías.

Volviendo a lo primero, nos planteamos ir a las asesorías y asi lo hicimos.

Íbamos caminando tranquilamente hacia el salón de matemáticas cuando recordé que no llevaba a Panchifilomena II (la primera, la perdí D:) y retomamos el rumbo.

Ya cerca del salón, divisé a Martijn en la puerta y comencé a sentirme nerviosa.

Mahogany y yo tratamos de entrar juntas y ya dentro, escuché a una voz llamar mi nombre por detrás de mi. Mi nerviosismo regresó al saber de quién era. Era Martijn el que me llamaba.

Mahogany avanzó con Milanesas y yo retrocedí para llegar al lado de Martijn quién estaba dentro del salón.
Estando a su lado, nos dirigimos para afuera del salón.

- Hola - dijo Martijn.

- Hola - le respondí con la mirada baja.

- ¿Cómo estas? - subí la mirada.

- Bien, ¿Y tú? - lo miré a la cara.

- Bien también, oye, ¿Por qué ya no me saludas? - dijo en un tono burlón pero tambien un poco serio.

Mi corazón comenzó a palpitar rápidamente por su pregunta y procesaba lento lo que iba a responderle.

- Lo hago, tu eres el que ya no lo hace - lo miré a los ojos. Extrañaba verlo asi. - el otro día, pasé por tu lado y te saludé y no me devolviste el saludo. - le dije tímidamente.

- Perdón entonces - dijo un poco tierno pero manteniendo el tono burlón - te saludaré más seguido. - me miró a los ojos y sonrió. Extrañaba de igual manera su sonrisa.

Esto último resonó un momento en mi cabeza hasta que decidí hablarle.

- Je, está bien. - dije algo dura en comparación a su tono.

- Mm oye, cambiando de tema, quería preguntarte algo.

Mi corazón latió desesperadamente al escuchar esto. Me planteaba las muchas preguntas que podría hacerme.

- ¿Tienes algo que hacer al terminar las clases? - seguía viéndome a los ojos.

Me emocioné aún más.

- Mm no, sólo me iré de aqui - dije medio burlona y tratando de ocultar la emoción en mi voz. - ¿Por qué?

- Me preguntaba, ¿Podrías ayudarnos a mi y a mis amigos con nuestra exposición para la clase de física? ¡Por favor! ¡Necesito que lo hagas! Mis amigos no me ayudan en nada y como tú ya pasate por esto, pensé que podrías ayudarme. ¿Puedes?

Me decepcione un poco pero me sentí halagada de que haya pensado en mi para ayudarle en su exposición.

- ¿Para cuando la necesitas?

- Para la siguiente semana.

Lo pensé un momento. Tal vez sería una buena oportunidad para avanzar en mi amistad con él.

El Chico Del Segundo Grado | Martin Garrix (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora