- Capítulo 6 -

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Todo el camino a la cancha me fui mirando el piso. Aún seguía avergonzada por lo que está pasando.

Podía escuchar que Dona y Mahogany iban «secreteando» y riéndose junto con Elías.
Ana y Greg se habían adelantando y ya estaban en la cancha mientras nosotros íbamos llegando.

Al estar ahí, vimos que otros de nuestros amigos estaban reunidos en un círculo. Nos acercamos y estaban jugando a la botella.

Invitaron a Albert, y él nos invitó a nosotros. Nos negamos pero a su insistencia, nos pusimos a jugar.

Averigué lo que se estaban secreteando Mahogany, Dona y Elías. O bueno, algo.

Ellos, al ver que íbamos a jugar a la botella, sentaron a Martijn enfrente de mí para que obvio le tocara conmigo. Eso me incomodó demasiado pero al querer quitarme de ahí, no me lo permitieron.

Las condiciones en las que estaban jugando eran de besos.

Los que estábamos ahí, estaban en este orden: Daniela (una amiga), Ana, yo, Mahogany, Dona, Elías, Greg, Martijn, Danial (otro amigo) y Albert.

Debo reconocer que planearon bien este círculo.

- Bien, ¿quién empieza? - habló Albert.

- Yo - dijo Mahogany. Puso cara de pervertida mientras la giraba.

Entonces la botella rodó y cuando se detuvo, le tocó a Ana con Greg. Uy que emoción.

Después la volvieron a girar y Ooo, sorpresa, sorpresa, le tocó a Mahogany con Danial. Se puso interesante porque todos menos ellos sabían que se gustaban mutuamente.
Entonces se acercaron y él le besó la mejilla a ella. En todo este transcurso, yo seguía con la mirada baja pero la subía a veces y podía ver que Martijn también me veía de vez en cuando por lo que con mayor razón, bajé la mirada.

La botella giró de nuevo y oh esta sí que fue una gran sorpresa; le tocó a Martijn besarme a mí.
Primero, por la sorpresa y por lo que estaba sintiendo en ese momento, me negué, pero todos me animaban a que me dejará así que me calmé y sólo sentí el suave roce de sus labios con mi mejilla. Sentí mi mejilla arder y cosquillear.
También percibí una deliciosa fragancia masculina que se desprendía de su cuello. Oler eso, me estremeció por completo, me relajó de tal manera que cerré los ojos un momento. Al sentir la ausencia de sus labios, entré en pánico pero me tranquilicé al verlo de nuevo enfrente de mi.

Definitivamente, este será un momento inolvidable, que no podré superar.

Pasado esto, la botella volvió a girar y...

Oh esto debe de ser una broma.

Esta botella esta arreglada.

No puede ser esto posible.

Me había tocado a mí besar a Martijn.
Como todos sabían que me iba a negar, me animaron de nuevo y no tuve de otra más que aceptar.

Me acerqué hasta donde Martijn estaba sentado, me puse de rodillas detrás de su espalda y por la parte trasera de su cabeza, me acerqué a su mejilla y lo besé.
Al hacerlo, sentía más que un mar de mariposas dentro, sentí un zoológico celebrando el año nuevo en Brasil.
Me entraron ganas de todo.
Quería abrazarle, esconder la cabeza en su cuello y decirle lo que nunca pensé que le diría:
Te amo.

El Chico Del Segundo Grado | Martin Garrix (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora